Una persona culta es aquella (…) que sabe cómo elegir compañía entre los hombres [y mujeres], entre las cosas, entre las ideas, tanto en el presente como en el pasado. H. Arendt

viernes, 23 de septiembre de 2022

LA LIBERTAD AMOROSA EN EL CAMPO ARAGONÉS EN 1936

 


La lectura del testimonio de Antoine Gimenez, titulado: Del amor, la guerra y la revolución. Recuerdos de la guerra de España del 19 de julio de 1936 al 9 de febrero de 1939, resulta deslumbrante. Antoine Gimenez, italiano, resulta ser Bruno Salvadori, un anarquista que vivió el nacimiento y la actividad de las milicias anarquistas desde el inicio de la Guerra Civil en el Frente de Aragón.

El relato de este anarquista italiano no se queda solo en las actividades militares en el frente de batalla dentro del Grupo Internacional vinculado a la Columna Durruti, sino que no duda en incluir diversos aspectos de la vida cotidiana que muestran que la revolución va mucho más allá de que el pueblo estuviera armado o de las colectivizaciones. Y es que la revolución, si lo es, tiene que ser una revolución de la vida, de la existencia, una mutación cultural profunda que, curiosamente, suele considerarse irrelevante. Así que nuestro italiano no duda en escribir (en 1974) sobre las comidas, sobre los momentos de ocio, sobre sus amistades, su segunda familia en Pina, un pueblo de unos dos mil habitantes muy cerca de Zaragoza, o de sus relaciones amorosas.

Este último aspecto le valió el desprecio de los posibles editores cuando los buscó y no los encontró ni en Francia ni en España. Entre quienes lo rechazaron se encontraban algunos con la etiqueta de libertarios que le propusieron al autor que se lo publicarían si suprimía los pasajes «escabrosos», algo que Antoine Gimenez no acepta.


Este libro está acompañado por otro volumen, con más páginas que las que tiene los Recuerdos del italiano, cuyos autores son Los Gimenólogos, un grupo de historiadores-investigadores no profesionales interesados en todo lo relacionado con la Revolución Social que se dio en amplias zonas de la España de 1936. La gimenología es la ciencia que estudia las andanzas de los ilustres y utópicos desconocidos/as. Este volumen se titula En busca de los Hijos de la Noche[1] (unidades de francotiradores que recibieron dicho nombre) y está formado por 82 notas de larga extensión vinculadas al libro de Antoine Gimenez, notas biográficas de varias personas que aparecen en el libro y seis anexos.

Es la nota nº 45 la que me ha llamado la atención y voy a reproducir en parte. Se trata de una nota relacionada con la libertad sexual y amorosa que describe Antoine Gimenez:

«Para quienes duden de la realidad de esa libertad amorosa en el campo aragonés de 1936, veamos otros testimonios recogidos por la historiadora Hanneke Willemse. Según una antigua habitante de Albalate de Cinca, la revolución social aportó pocos cambios en la vida de las mujeres adultas de este villorrio agrícola. Por el contrario, convulsionó la de las jóvenes solteras. ¡Nada de curas, nada de autoridad pública para señalar con el dedo las parejas no casadas! Muchachas y muchachos estaban siempre juntos y compartían las mismas ideas: militaban en la Juventudes Libertarias.

Un antiguo militante de la Columna Durruti señala por su parte que

a partir del año 1933, se produjo una cierta evolución en materia de relaciones sexuales. Sí que se hablaba de amor libre. […] Y hasta hablábamos de anticonceptivos. […] [Pero] las chicas no se dejaban tocar.

Cuando volvió del frente, en diciembre de 1936, para descansar en el pueblo, comprobó que su hermana y todas sus compañeras exhibían públicamente sus relaciones, y no rehuían de tener relaciones sexuales. Él mismo se acostaba con su amiga Rosalía. Ahora bien, si su padre lo hubiera sabido, ¡le habría matado!

Dicho de otro modo, y Gimenez nos lo deja ver, las madres podían ser cómplices de las hijas, con el fin de que el padre no se enterara… Puede que las jóvenes aragonesas hubieran ganado cierta confianza en sus comportamientos puesto que la nueva comunidad aldeana ya las consideraba un poco más como individuos de cuerpo entero. O bien porque se encontraban un poco más entregadas a sí mismas debido a los trastornos producidos en la vida cotidiana. Félix Carrasquer, que participó activamente en la colectividad campesina de la misma Albalate de Cinca, evoca en parte la cuestión en su libro:

En cuanto al llamado conflicto generacional, no puede decirse que dentro de las colectividades existiera realmente; porque […] la tradicional oposición de estos últimos no llegó a darse de una manera sistemática ni con la radicalización de otras veces. […]  el principio de autoridad

 […] estaba siendo socavado gracias al impacto de las colectividades, cuyo modelo de relación basado en la participación libre y solidaria actuaba de catalizador entre la habitual intransigencia de los mayores y la rebeldía de los jóvenes […]».

Una nota (que no he reproducido completa) que tiene un interés fundamental para indagar en aspectos poco tratados cuando se estudia la vida de las milicias en el frente o las colectividades en las que, aparentemente, las mujeres tuvieron poca relevancia. O al menos eso parece a día de hoy.



[1] Los dos libros están publicados por la editorial Pepitas de calabaza en 2009.

martes, 13 de septiembre de 2022

TOMÁS IBÁÑEZ Y SU EXTRAÑA FIDELIDAD AL ANARQUISMO

 


Conocí a Tomás Ibáñez con la lectura de su primera compilación de artículos (¿Por qué A? Fragmentos dispersos para un anarquismo sin dogmas) publicado en 2006. Le acompañé en la presentación en Barcelona de su segunda compilación publicada en 2017 (Anarquismos a contratiempo) y reseño con sumo placer esta tercera (Anarquismos en perspectiva. Conjugando el pensamiento libertario para disputar el presente)[1]. Entre medio de estas recopilaciones hemos compartido redacción de la revista Libre Pensamiento y unas cuantas conversaciones, a menudo en trayectos de tren.

Los títulos de esta colección de textos escritos a lo largo de sesenta años indican mucho de la posición de Tomás: «anarquismo sin dogmas», «anarquismos a contracorriente» y «anarquismos en perspectiva». En primer lugar, esa extraña fidelidad al anarquismo que él mismo reconoce y que le ha llevado a reflexionar sobre los anarquismos desde 1962. En segundo lugar, que haya pasado del singular al plural en sus dos últimas compilaciones (anarquismos), resulta acertado puesto que no hay uno sino muchos anarquismos, la anarquía es un fenómeno que se construye por prácticas contingentes y cambiantes, que no puede seguir siendo ella misma si no varía, no hay pureza original que haya que guardar como si de un templo sagrado se tratara. Y, por último, su vocación antidogmática, a contratiempo, puesto que cuando Tomás pone los anarquismos en perspectiva incide en la importancia de pensar y actuar a contratiempo, pero sin dejar por ello de pertenecer a nuestro tiempo. Su deseo de sintonizar con el presente y, a la vez, contradecirlo de manera radical, provoca que, a veces, coseche mala reputación por su insistencia en reflexionar sobre la constante necesidad de renovación del pensamiento anarquista. Agita las aguas y eso no siempre es bien recibido.

En Anarquismos en perspectiva, ha agrupado sus textos en tres bloques: el encaje en la situación actual y sus perspectivas de evolución, las cuestiones teóricas del pensamiento anarquista que tendrían que renovarse, y el actual totalitarismo y las prácticas de resistencia necesarias.

En estos textos Tomás vuelve sobre temas sobre los que le interesa pensar y repensar, reflexionar, profundizar: anarquismo y revolución, el poder/dominación, el Estado, la libertad, el contexto actual y las tensiones que produce en el anarquismo.

Hay una sugerente afirmación de Louis Mercier Vega que aparece reproducida en este libro señalando que «el militante anarquista debe aprender a vivir y a actuar en medio de una selva de signos de interrogación». Hombres y mujeres anarquistas hemos perdido por el camino en los últimos cincuenta años las certezas que el anarquismo histórico tenía y que tantos logros cosechó en este país. Y es que los anarquismos han visto desintegrarse, como bien explica el autor, el marco referencial que había servido de guía: la ideología de la Ilustración. Queda minada la confianza y las certezas que nos había legado la Modernidad: la hipervalorización de la razón, el universalismo que postula el carácter absoluto de los valores, la afirmación de la centralidad y autonomía de un sujeto transparente a su propia conciencia y la creencia en el progreso.

¿Y qué queda en su lugar? Incertezas, confusión, miedo, inseguridad…

¿Cómo seguir enfrentando y resistiendo a los dispositivos de dominación que se van transformando en el transcurso del tiempo histórico? ¿Qué conservar del anarquismo histórico, es decir, cuál es la invariante anarquista? ¿Cómo dejar por el camino el lastre que impide la renovación para construir un neoanarquismo(s)?

Como bien decía Mercier Vega: una auténtica selva de signos de interrogación.

Hay demasiados dogmas arraigados que cuesta cuestionar, muchas tensiones en torno a la manera de entender el poder o la libertad, la añoranza de un único sujeto de las luchas y no la fragmentación organizativa actual, la facilidad con que caemos en esencialismos, la idea de revolución como «vuelco total», la importancia de profundizar en el concepto tan de moda de la prefiguración, y tantos otros temas sobre los que el autor nos provoca, nos agita, nos remueve individual y colectivamente.

Tomás Ibáñez no da soluciones, da pistas con la vida en el centro, instrumentos de análisis, propuestas de prácticas de resistencia ante el totalitarismo de nuevo tipo que avanza. Ese totalitarismo de hoy se ha visto ayudado por epidemias como el covid, guerras, tecnología de última generación que ayuda a desarrollar un modelo de poder/dominación basado en la gestión de la vida y en el control productivo y normalizador de las poblaciones (el biopoder que anticipó Foucault).

 Anarquismos en perspectiva, como se recoge en el título, pretende disputar el presente, no rendirse, resistir. Por eso Tomás Ibáñez dedica su libro a «quienes mantienen vivo el deseo de revolución y lo manifiestan en sus prácticas cotidianas de lucha».

 



[1] Por orden cronológico, las editoriales que han publicado estas compilaciones son: Anthropos, Virus y Descontrol.

sábado, 3 de septiembre de 2022

REVOLUCIÓN Y GUERRA

 


Mis últimas lecturas buscan cualquier detalle sobre la vida cotidiana de la Revolución social que se produjo tras el golpe de Estado y el inicio de la Guerra Civil española en julio de 1936. Por tanto, los libros de recueros y de memorias me interesan especialmente. En este caso, la lectura se centra en los recuerdos de una pareja trotskistas, Mary Low y Juan Breà, ella anglo-australiana y él cubano. Viajan a España en cuanto saben que la Revolución se ha iniciado en España, apenas unos días después del golpe de Estado.

Enseguida que llegan a Barcelona se van a la sede del POUM al final de la Rambla. Desconfían de los sindicatos y partidos de izquierda que renunciaron a la Revolución por motivos tácticos. Poco a poco van confluyendo CNT y el POUM con la idea certera de coincidir en lo que les interesa: la Revolución  que, de todas formas, conciben de manera diferenciada.

Low y Breà, eran una pareja que, como otras, vinieron a colaborar en la Revolución. Breà  logró trasladarse al Frente de batalla y pudo sacar conclusiones al igual que quienes se quedaban en la retaguardia y realizaban otros trabajos. Cuaderno rojo. De la guerra de España, es un buen libro puesto que recoge interesantes aspectos de la cotidianeidad de la vida en Barcelona durante los seis meses que vivieron en España. La Revolución no se mide por lo más espectacular sino por lo pequeño, aquello que transforma la vida de las personas.

Podría hablar de subjetividad y de ser una pareja excesivamente ideologizada, sin embargo, no lo haré porque los valores del libro superan con creces estos aspectos, igual que las posiciones más políticas no ocultan la información que nos proporcionan y el sentimiento que nos transmiten de estar viviendo acontecimientos excepcionales.

Pero hasta los mejores sueños se rompen. La persecución de que fueron objeto los trotskistas por parte del estalinismo y también organismos vinculados al PCE, les condujo a salir de España para salvar la vida. Episodios poco conocidos de la Guerra Civil española y que son imprescindibles para entender lo ocurrido.