La primera vez que vi esta fotografía me impresionó la desenvoltura con la que
caminaban estas tres mujeres (de izquierda a derecha): Lucía Sánchez Saornil,
Emma Goldman y Christine Kon-Rabe[1].
Lucía y Christine tienen el gesto dirigido a la mujer de más edad, Emma
Goldman, que muy bien podía estar hablando a sus compañeras en el momento en
que se hizo la foto.
No solo es el andar decidido de estas tres mujeres
lo que me llamó la atención, su gestualidad, influida por el peinado y el
vestuario, transmite autonomía y determinación[2].
El peinado más transgresor corresponde a Lucía que
lleva el pelo a lo garçon, un corte
de pelo que apareció en los años veinte tras la Iª Guerra Mundial. Tras haber
ocupado todo tipo de puestos de trabajo en la retaguardia, muchas mujeres no
estaban dispuestas a volver a casa como si nada hubiera pasado y, en Francia,
algunas de las que reclamaban la igualdad se cortaron el pelo y adoptaron un
estilo andrógino que les valió el nombre de garçonnes.
En Estados Unidos fueron las flappers
las que con su pelo corto y sus maneras masculinas se rebelaron contra la
moralidad imperante. Esa misma realidad, una guerra en la que los roles de
género quedaron también pulverizados, pudo impulsar a Lucía, cuya orientación
sexual lesbiana parece clara, a adoptar este modelo andrógino completado por su
vestuario: pantalón, americana, camisa blanca y corbata.
Ni Emma ni Christine se cortaron el pelo a lo garçon, ambas conservaron el pelo largo
recogido en un moño (con trenzas en el caso de Christine). La diferencia generacional
entre ambas se percibía en la ropa puesto que mientras Emma llevaba de forma
descuidada un gabán por encima de los hombros y la ropa oscura, Christine llevaba
ropa más entallada, falda más corta y destacaba el detalle del pañuelo y la
cartera en la mano.
Tres mujeres de países diferentes: una lituana
nacida en Kaunas en 1869, una española nacida en Madrid en 1895, y una polaca
nacida en Varsovia en 1911. La más mayor, Emma, estaba muy cerca de cumplir los
setenta años, Lucía acababa de entrar en la cuarentena, mientras que Christine
se acercaba a la treintena. Mujeres de tres generaciones diferentes si
utilizamos el criterio de que la generación viene marcada por la pertenencia a
una misma década. Otro criterio muy diferente establece que debe haber treinta
años de diferencia entre una generación y la otra, de esta forma Goldman sería
de una generación diferente a Sánchez –había 26 años de diferencia entre ambas-
y a Kon-Rabe -42 años entre ambas-. Sin embargo, Sánchez y Kon-Rabe serían de
la misma generación puesto que la diferencia de edad entre ambas era de 16 años.
Sabemos con exactitud cuándo y dónde fue tomada esta
fotografía puesto que el original está depositado en el archivo de la Fundación
Anselmo Lorenzo (FAL)[3].
La fotografía fue tomada en Barcelona el 20 de octubre de 1938 en el tercer
viaje de Emma Goldman a España[4],
durante la guerra civil, único acontecimiento que pudo reunir a estas tres
mujeres. Emma Goldman visitó España en tres ocasiones, entre su primera
estancia (septiembre a diciembre de 1936) y la tercera (septiembre a noviembre
de 1938[5]),
transcurrió un lapso de tiempo de poco más de dos años.
Lucía
Sánchez y Christine Kon-Rabe
es muy probable que se conocieran en la ciudad de Valencia[6].
Sánchez Saornil marchó de Madrid a mediados de 1937, se trasladó a Valencia y se integró en la redacción
del semanario gráfico Umbral que
apareció el 10 de julio del 37. Allí conoció a América Barroso (Mery) que entró
en la redacción por medio de Mateo Baruta, compañero de Christine Kon-Rabe.
Baruta había sido secretario de Federica Montseny cuando ocupó el cargo de
Ministra de Sanidad y Asistencia Social, por tanto vivía en Valencia. Lucía y
Christine se conocieron en Valencia en el entorno de la redacción de Umbral.
No se puede descartar que Emma Goldman conociera a
Lucía y Christine en su segundo viaje. Goldman aterrizó en Barcelona en
septiembre de 1937 y estuvo en Valencia en dos ocasiones (antes y después de
visitar Madrid). Fue en esta ciudad en la que pudo coincidir con Lucía y
Christine en torno a las actividades de la recientemente fundada SIA
(Solidaridad Internacional Antifascista). Esta organización fundada por la
CNT-FAI y las Juventudes Libertarias disponía de unos Estatutos elaborados a
finales de mayo de 1937[7].
Se trataba de un organismo humanitario y político que pretendía crear una
organización de solidaridad internacional
en defensa de la revolución social en España. La estructura organizativa,
recogida en los Estatutos, estaba formada por la Comisión Ejecutiva que se
componía de un Secretario General, el primero fue Pedro Herrera, el Tesorero,
el Contador y los Vocales que se distribuían las funciones a realizar:
Propaganda, Estadística, Relaciones y otras. Además existía un Consejo General
para la organización de las agrupaciones
internacionales.
Tanto Umbral
como la Comisión Ejecutiva de SIA se trasladaron
a Barcelona en los últimos días de 1937 o los primeros de 1938. SIA renovó
su Comisión Ejecutiva siendo nombrado
Secretario Mateo Baruta, Lucía Sánchez en Prensa y Propaganda, Christine
Kon-Rabe en Relaciones Extranjeras, José Carrasquer en Contabilidad y Aurea Cuadrado
en Asistencia Social (Lucía y Aurea eran de Mujeres Libres). Tanto Umbral como SIA se instalaron en el
mismo edificio, c/ Pi y Margall, 20.
En septiembre
de 1938 Emma Goldman viajó por última vez a España, el 1 de octubre asistió a
la sesión plenaria ordinaria del Consejo General de SIA[8]
en Barcelona acompañada de Lucía Sánchez en la Secretaría, Mateo Baruta como Vice-Secretario,
Fidel Miró en Propaganda y Lucas en Contabilidad. Abrió la reunión Lucía
Sánchez que, “visto que la lengua española causa dificultades a la camarada
Emma, se designa a la camarada Cristina Kon,
agregada de Propaganda y Secretaria de actas
de las reuniones, como interprete”[9]
por el dominio que tenía de varios
idiomas. En esta reunión tenemos la constatación de que las tres mujeres se
conocían, estaban vinculadas a la SIA y es posible que la foto se tomara esos
días de la reunión del Consejo General.
La implicación de la organización Mujeres Libres en
SIA fue muy importante puesto que la
acción humanitaria de este organismo se desarrolló en la retaguardia donde las
mujeres tenían un papel protagonista. No podemos olvidar que estas tres mujeres
que caminan con desenvoltura son feministas (al menos Lucía y Emma con
seguridad), Lucía tuvo un gran protagonismo en Mujeres Libres y fue una de las
tres redactoras de la revista Mujeres
Libres, Emma Goldman apoyó la revista desde el principio como una
iniciativa fundamental para capacitar a las anarquistas. De hecho, Mercedes
Comaposada envío a Emma dos acreditaciones en julio de 1937 en que la nombraban
“corresponsal y representante de las Publicaciones Mujeres Libres en Europa y
Estados Unidos de América”, así como representante y “delegada de la nueva
Federación Nacional de Mujeres Libres” que se iba a adoptar en agosto[10].
No tenemos constancia de que Christine colaborara de alguna manera con Mujeres
Libres o con la revista pero no lo podemos descartar puesto que la mayoría de
los artículos eran anónimos.
La guerra civil y la revolución habían
convertido algunas ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia en una auténtica
Babel donde se hablaban diversas lenguas[11], era el caso de Emma y Christine que además
eran de origen judío. Solo la coyuntura europea, con la extensión del
totalitarismo y del fascismo, y la propia guerra civil española como anticipo
de la guerra civil europea, puede explicar que dos de esas tres mujeres que
caminaban unidas fueran judías.
Emma Goldman nació en una familia de judíos
ortodoxos y emigró a Estados Unidos con 16 años, allí conoció a Aleksander
Berkman, un judío ruso, que fue su principal compañero de vida. Sin embargo
Goldman, y posiblemente Kon-Rabe,
formaban parte del internacionalismo de resistencia en el que primaba la clase
por encima de la cuestión judía. El internacionalismo era el horizonte de la
aspiración socialista a una justicia universal, la lucha por la emancipación de
la Humanidad convirtieron la adscripción judía en un dato sin importancia. En
este sentido, la Revolución española de carácter anarquista fue un polo de
atracción para cualquier revolucionario/a y también de aquellas personas de
ascendencia judía como las dos mujeres de esta fotografía. Es muy posible que
Emma y Christine se comunicaran en yiddish por su origen europeo oriental,
desde luego Emma lo hablaba, cosa que le había permitido informarse de temas
muy diversos tanto en Estados Unidos como en la Rusia revolucionaria[12].
Esta fotografía nos ofrece, por tanto, la vida de tres
mujeres que se entrecruzaron en Barcelona en los últimos días del verano (con
seguridad a principios del otoño) de 1938, mujeres que se
empoderaron para ganar en autonomía personal. Nada tenían que ver entre ellas
pero la Guerra civil, y la Revolución consiguiente, provocaron que sus
vidas se entrecruzaran de manera inevitable hace ochenta años.
Tres mujeres anarquistas y feministas fueron
captadas por una cámara mientras caminaban decididas y convencidas de que un mundo nuevo era
posible para ellas.
Este artículo ha sido publicado en la revista Humanitat Nova, nº 3/4, 2018. En la sección de Memoria Histórica de Rojo y Negro y en el blog Alkimia de El Salto:
https://www.elsaltodiario.com/alkimia/una-foto-un-mundo-nuevo
https://www.elsaltodiario.com/alkimia/una-foto-un-mundo-nuevo
[1] La primera persona que me indicó
el nombre de Christine y, posteriormente, me dio otra referencia sobre la
fotografía fue Thiago Lemos.
[2] Soy de la opinión que la manera
de vestir o el corte de pelo revela mucho de las personas, igual sean hombres
que mujeres. Soy consciente que a las mujeres se las juzga más que a los
hombres por su ropa o peinado, pero este artículo nace por una fotografía y la
gestualidad, la ropa y el peinado son importantes para explicar mi decisión de
escribir este artículo y, quizás , en el futuro un trabajo más extenso.
[3] La
fotografía (tamaño 9 x 12 cm),se puede consultar en: http://fal.cnt.es/fondos/?q=node%2F29690
[4] José
Peirats (2011): Emma Goldman. Anarquista
de ambos mundos. La
Linterna Sorda, Madrid. En la edición de este libro la fotografía se sitúa en
el segundo viaje de Emma Goldman (septiembre-noviembre de 1937).
[5] Hubo una segunda estancia entre
septiembre y noviembre de 1937.
[6]
Goldman y Sánchez Saornil pudieron coincidir en Madrid en el primer
viaje de la primera en noviembre de 1936, pero difícilmente Kon-Rabe que se
desplazó a Barcelona cuando supo que se había producido la revolución española.
[7] Los
Estatutos de SIA fueron aprobados por el
Gobierno de la República el 8 de junio de 1937. International Institute of Social History. Emma
Goldman Papers. Inv. nr. 297
[8] Las sesiones
plenarias se celebraban trimestralmente y con un orden día fijo recogido en los
Estatutos. International
Institute of Social History. Emma Goldman Papers. Inv. nr. 297.
[9] Así
queda recogido en el acta de SIA de 1 de octubre de 1938. International Institute of Social History. Emma
Goldman Papers. Inv. nr. 298
[10] Así
queda recogido en dos documentos firmados (el 1 y 30 de julio de 1937) por
Mercedes Comaposada como redactora de la revista. International Institute of Social History. Emma
Goldman Papers. Inv. nr. 300.
[11] Esta referencia de una Babel se
aplicaba a Barcelona en José Peirats, 2011: p. 250.
[12] Las referencias al tema del
anarquismo y el judaísmo en el capítulo 2 “Vectores del Internacionalismo” en
el libro de Yago Mellado López (2017): El
anarquismo en el espejo judío. FAL, Madrid.