LIBROS
Feministas por la paz. La Liga Internacional de
Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) en América Latina y España. Sandra Blasco Lisa y Carmen Magallón Portolés
(2020): Barcelona, Icaria.
Comentarios:
Laura Vicente
A
las mujeres y al movimiento feminista les ha costado mucho tiempo encontrar un
hueco en el gran relato de la historia que, como bien sabemos, ha sido
androcéntrico. No vamos a insistir en que los hombres han sido el sujeto de la
historia y las mujeres, en palabras de Simone de Beauvoir, eran «lo Otro». El género femenino se sitúa
en la periferia de lo humano, mientras que lo masculino es indesligable de la idea de lo humano
como si fuesen sinónimos.
Una
vez aceptado que las mujeres, «lo Otro», podían
tener un hueco en la historia (especialmente a partir de la década de 1960),
muchos aspectos del feminismo histórico se han escurrido del relato aceptable y hegemónico en los ámbitos
académicos. El gran protagonismo lo tuvo el movimiento sufragista,
institucional, que buscaba su lugar en el mundo a través del acceso al voto.
Muchas mujeres, acontecimientos, luchas y reclamaciones quedaron
invisibilizadas. Algunas de ellas se visibilizan en este libro.
[1]
Dice
Elena Grau Biosca en el Prólogo que este «es un libro de exploración, un
trazado de puntos y de conexiones entre ellos que da lugar a un mapa inicial».
Sé por propia experiencia cuánto cuesta ir marcando esos puntos y conexiones
que nos permiten visibilizar a una mujer, a un grupo, un acontecimiento perdido
en el mar agitado de la historia o, como en este caso, los lugares en los que
la red transnacional de mujeres pacifistas y sufragistas consolidaron grupos
para difundir sus ideas.
Resulta
mucho más fácil localizar grupos a través de actas o noticias en la prensa que
poner rostros y cuerpos a quienes asumieron el propósito de construir dichos
grupos y coordinarse a nivel internacional. Las biografías de mujeres de estos
grupos nos aportan una información fundamental sobre sus perfiles sociales,
profesionales y familiares. Tan importante o más que esa información es
descubrir sus anhelos, sus preocupaciones, sus sueños, sus redes de amistad y
de activismo. Conociéndolas nos acercamos más a los debates que llevaron a
cabo, las discrepancias que las separaron o las unieron y el auténtico alcance
de sus campañas y organizaciones.
En
este libro quedan apuntados, como hemos dicho, puntos y conexiones que abren
caminos de búsqueda del pacifismo femenino y nombres de mujeres, pequeñas
biografías, que en el futuro pueden ser investigadas.
[2]
El
centro de este libro, en realidad, es la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la
Libertad (WILPF), fundada en 1919. Sin
embargo, no se centra en sus núcleos más potentes sino en los de unos países
que no eran centrales en esta organización: España y países de América Latina.
Estas zonas apenas tuvieron visibilidad en la historia de la WILPF, eran zonas
periféricas de países más ricos y desarrollados que se consideraron referentes
políticos y culturales para zonas menos ricas como las que protagonizan este
libro. De muchas de estas organizaciones periféricas no se sabía apenas nada y
de las activistas que las crearon no aparecían ni sus nombres.
Rescatar para la historia a estas mujeres supone,
para las autoras, rescatar relaciones políticas y de amistad que fueron la
clave de los vaivenes que tuvieron estas organizaciones nacionales. La
sororidad constituye uno de los pilares fundamentales de su intervención
política, que logró tejer lazos de múltiples tipos entre mujeres del mundo que
compartían sus deseos de paz y de consecución del voto, puesto que el grupo
fundador de la WILPF procedía del sufragismo organizado en la International
Woman Suffrage Alliance (IWSA).
[3]
Quizás es esta centralidad del sufragismo en la WILPF
la que lleva a las autoras a identificar feminismo con sufragismo, cuando en
España este tipo de feminismo es tardío dada la relevancia del feminismo social
que predominó durante mucho tiempo no solo en España, sino en otros muchos
países de Europa fuera del mundo anglosajón. El feminismo obrerista
(especialmente de influencia anarquista) y librepensador desarrollaron un
feminismo centrado en el acceso a la educación y el trabajo que ignoró la
reclamación del voto hasta la segunda década del siglo XX. El feminismo social
no fue considerado durante mucho tiempo como tal por fundamentarse en la
diferencia y no en la igualdad, como el sufragismo, una vieja polémica que aún
no se ha extinguido en el feminismo del siglo XXI. El contexto político
(Sistema de la Restauración) con su manipulación sistemática de las elecciones
no ayudaba a generar esperanza en los logros del voto.
[4]
Si
bien el libro se centra en un organismo como el WILPF, muy vinculado a mujeres de clase media y con
formación académica, he echado en falta referencias a la importancia que tuvo
en España el antimilitarismo, tanto en formas espontáneas de evasión de
quintas, como en su vertiente obrera organizada (oposición a las campañas de
Marruecos, huelga general en la Barcelona de 1909, círculos anarquistas, etc.).
Así mismo, los ecos pacifistas que siguieron a la I Guerra Mundial no solo
dieron lugar a la WILPF, sino a la organización
mixta, Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG) como expresión organizada
en la que la presencia de mujeres también tuvo relevancia, entre ellas la
anarquista Amparo Poch y Gascón como figura más comprometida, pero no única.