Presentación en Barcelona, 6 de mayo.
La presentación del libro se produjo en una mañana
soleada en el Ágora Juan Andrés Benítez, al aire libre bajo unas carpas que
nos protegieron del sol. Mientras transcurrió la presentación del libro otras
personas pululaban por el ágora plantando plantas, tomando una cerveza o
charlando. Las niñas/os correteaban con juguetes que había en una zona del
espacio okupado y varias personas preparaban una fideua en un lateral. El acto
lo inició Miguel de la editorial Virus y tras él Tomás Ibañez realizó su intervención
sobre aquellos aspectos del libro que consideró más relevantes. Le siguió Iru Moner que
planteó su lectura desde la militancia en l’Heura Negra, asamblea libertaria de
Vallcarca. La última intervención fue la mía cuyo contenido es el que sigue:
Tomás Ibáñez, para acercarse a su personalidad y a su militancia lo
mejor es la lectura de la “Conversación biográfica” por Freddy Gómez, en el capítulo
“Momentos de un itinerario”.
Conocí a Tomás a través de su libro, ¿Por qué @ [a circulada]? Fragmentos dispersos para un anarquismo sin
dogmas, cuando redactaba mi libro, Historia
del anarquismo en España, en 2013. Me puse en contacto con él para
preguntarle algunas cuestiones y enseguida me contestó con la amabilidad y
generosidad que le caracterizan. Luego me ayudó a presentar mi libro en
Vilanova i la Geltrú y casi al mismo tiempo compartí redacción con él en la
revista Libre Pensamiento hasta hoy
mismo.
Desde entonces he aprendido mucho de él, de su atención
cuando escucha a las demás personas, de su clara inteligencia a la hora de
percibir la actualidad, de su claridad de ideas, de su carácter indomable y
rebelde.
Como muy bien dice él mismo: en el movimiento anarquista
no se “está” sino que se “vive” y él vive ahí intensamente desde (casi)
siempre.
El espacio elegido para esta presentación no puede ser más adecuado, esta Ágora Juan Andrés Benítez es un espacio
liberado por los vecinos y vecinas del Rabal en memoria de Juan Andrés Benítez
asesinado por la policía el 5 octubre 2013. Este solar reconvertido en plaza
pública, en ágora antiautoritaria y antirepresiva es el espacio más adecuado para presentar este libro.
***
Algunas reflexiones que me ha producido la lectura
del libro de Tomás Ibáñez[1]:
La pertinencia del título, Anarquismos
en plural, no hay uno sino muchos anarquismos,
porque la anarquía es un fenómeno que se construye por prácticas
contingentes y cambiantes, no puede seguir siendo ella misma si no varía (13),
no hay pureza original que haya
que guardar como si de un templo sagrado se tratara. A contratiempo, Tomás incide en la importancia de pensar y actuar a
contratiempo, pero sin dejar por ello de pertenecer a nuestro tiempo. O lo que
es lo mismo, sintonizar con el presente y, a la vez, contradecirlo de manera
radical (206), aunque eso coseche mala reputación y cotizar a la baja en la
respetabilidad mediática (211).
Este libro está en su tiempo, en el siglo XXI, ya
que es el resultado de diversos textos escritos entre 2006 y 2016, en varias
revistas, especialmente Réfractions y
Libre Pensamiento.
Se han
agrupado en cinco bloques temáticos: Sobre anarquismo y revolución, Sobre
anarcosindicalismo, En torno al poder, el Estado y la libertad, El contexto actual y Momentos de un
itinerario[2].
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Algunos aspectos interesantes:
1- La relación entre el poder y la libertad es
el centro de la cuestión política en el anarquismo (183). La cuestión del poder
es lo que hace la especificidad del anarquismo (224). La libertad no la podemos
concebir como una sustancia, como una cosa que podría tenerse en cantidad más o
menos grande, o como un estado en el que uno puede encontrarse, sino que la libertad
es algo que, como el poder, solo existe en y a través de su ejercicio, es
decir, siempre y solamente las prácticas
de libertad.
2- El desconcierto
por la desaparición de nuestros antiguos referentes, cuesta trabajo situarnos
en el nuevo panorama y el capitalismo sigue en pie, la explotación permanece…,
pero la buena noticia es que el poder no puede ejercerse sin engendrar
resistencias (228-229).
3- La dominación
se ha diversificado más que antaño y ha proliferado por fuera del ámbito del
trabajo productivo (resta fuerza al movimiento obrero), no se trata solo de
extraer plusvalía de la fuerza de trabajo sino de todas las actividades que las
personas llevan a cabo fuera de su empleo y que genera beneficios al
capitalismo: sus ahorros, su ocio, la salud, su vivienda, la educación, los
cuidados, etc. Se produce en la actualidad una mercantilización y control de la
vida cotidiana para hacer ver las cosas
de una determinada manera y conseguir que se acepten sin necesidad de coerción (230).
4- Debemos ser resueltamente nacionalicidas, luchar contra la función política que
cumple el concepto de “nación” y denunciar los enormes recursos de todo tipo
que se invierten en la construcción simbólica y en el mantenimiento de la
realidad nacional, tanto si se trata de naciones con Estado como sin Estado,
porque en cuanto partícipes de las ideas libertarias no es que queramos una nación sin Estado, es que no queremos ni
un Estado ni una nación (262).
5- Un punto débil: las pocas referencias,
aunque las hay, al Feminismo. Sin
embargo Tomás Ibáñez nos da instrumentos suficientes como para enriquecer el
feminismo(s) desde la perspectiva anarquista. Mencionaré solo tres entre los
posibles:
* Recomponer
un imaginario subversivo y producir una subjetividad política radicalmente
refractaria a la sociedad en la que vivimos, destacando la libertad y la
autonomía, son aspectos relevantes de los diversos feminismos y, en concreto,
del anarquista (223). La defensa de la libertad y la autonomía constituyó el
legado de Mujeres Libres que llega hasta hoy y que se fundamenta en el
desarrollo de la independencia psicológica y de la autoestima, solo factible
poniendo en valor, además de la lucha social, la lucha individual, la llamada
“emancipación interna” (Emma Goldman y Teresa Claramunt).
* Impulsar
modos de lucha que diluyan identidades, que ayuden a politizar la existencia y
que alumbren nuevas subjetividades radicalmente
insumisas, son propuestas actuales en las que navegan los feminismos de la
tercera ola desde los años 90.
* La
insistencia en que el poder, en cuanto que elemento de tipo relacional, es
constitutivo de lo social y que se genera constantemente en el seno de las
propias relaciones sociales es una aportación importante a los feminismos,
especialmente el anarquista, al igual que la necesidad de identificar las
formas más perniciosas de la dominación (335); algo que nos interesa a todas
las personas, especialmente a las mujeres. Los
efectos de la dominación moldean la vida cotidiana, pautan los estilos de vida,
constituyen la forma de ser, sentir, desear, pensar y relacionarse entre sí de
las personas, entre los géneros, y
configuran sus imaginarios. Deconstruir esos dispositivos de dominación
es muy complejo y ahí el feminismo anarquista tiene mucho que aportar.
Y para terminar:
Una afirmación recogida en su “Conversación biográfica”:
Se debe “(…) desclavar el anarquismo de su pasado, lo que
no significa renegar de él u olvidarlo. Más bien consiste en agitarlo para que
asuma todos los riesgos de una auténtica inmersión en el siglo”.
ResponderEliminarInteresante.
El lugar de la presentación del libro, un espacio que se nota vivo y por lo mismo, hermoso.
Besos!!
EliminarPD: 'Agora'... preciosa palabra.
Síii, un espacio lleno de vida que fue escenario de una muerte violenta. Y también coincido contigo en que "Ágora" es un buen nombre para este espacio.
EliminarBesos!!