CONSUELO
BERGES RÁBAGO (1899-1988) nació en Ucieda, Cantabria y murió en Madrid
Fue
hija natural, su padre la reconoció a pesar de no darle los apellidos. Fue
educada por sus abuelos paternos que decidieron no llevarla a la escuela. Con
quince años preparó el examen de ingreso a la
Escuela Normal de Maestras. En 1926 Berges se embarcó hacia Arequipa (Perú) e ingresó como docente en la universidad. En
1928 se trasladó a Argentina, donde vivió hasta regresar a Madrid una vez
proclamada la República.
Se
integró desde 1931 en la Unión Republicana Femenina, impulsada por Campoamor, consolidándose como
una de las voces en la lucha por los derechos de la mujer. Perteneció a la masonería
desde 1931. Colaboró en la revista Mujeres
Libres junto a Mercedes Comaposada una vez estalló la guerra civil. No
escribió ningún artículo, revisaba originales y escribía textos pero sin firmarlos.
No se comprometió con Mujeres Libres ni con ninguna otra organización porque se
consideraba roja por libre.
Salió hacia Francia en 1939 pero fue detenida en 1943 por los alemanes que la entregaron
a las autoridades en la frontera española. Evitó la cárcel pero ya no pudo publicar obra propia y la traducción se presentó como la única
labor que le permitía seguir en contacto con la literatura.
Fue una mujer urdimbre, de las que sabían cimentar
fructíferas redes de sociabilidad, una mujer que se movía con comodidad en el
amplio frente del republicanismo, la masonería, el feminismo y lo libertario. Su
feminismo se centró en la defensa del acceso de la mujer a la ciudadanía en pie
de igualdad con el hombre, defendiendo los derechos de las mujeres también en
el ámbito de la masonería.
CARMEN CONDE ABELLÁN (1907-1996) nació en Cartagena y murió en Madrid
Fue la colaboradora, de la revista Mujeres Libres, que escribió más
artículos acreditados, bien con su nombre, su seudónimo (Florentina) o sus
iniciales. Se hizo cargo de una sección llamada «Niños» que trataba temas de
educación por su condición de maestra. Escribió también poemas, narraciones y
artículos.
La numerosa colaboración de Carmen Conde
en Mujeres Libres podría hacernos pensar
que era anarquista, no lo era. Sus ideas se movían entre el republicanismo y el
socialismo sin afiliarse a ningún partido o sindicato. Sin embargo, su
concepción de la educación era muy próxima a la óptica libertaria y tenía
amistades dentro del ámbito anarquista que le debieron proponer la colaboración
con la revista y con la editorial de Mujeres Libres.
No destacó Carmen Conde por sus
manifestaciones públicas en favor del feminismo. Su vida fue una continua lucha
por dedicarse a la escritura y por vivir
el amor y la sexualidad sin limitaciones. No renunció nunca a su identidad
sexual lesbiana vivida bajo la apariencia de una heterosexualidad normativa
puesto que mantuvo su matrimonio con Antonio Oliver hasta su muerte.
Fue calificada de «roja» al acabar la
Guerra Civil pero no fue detenida ni encarcelada. Fue postergada como escritora
hasta la segunda mitad de los años cincuenta cuando su carrera logró un gran
impulso profesional. Fue la primera mujer nombrada como miembro de número de la
Real Academia Española en 1978.
Una vez más leyendo estas biografías se observa ese hermanamiento entre republicanismo y anarquismo en el lano teórico y más allá de la praxis política.
ResponderEliminarUn abrazo
No lo veo tan claro como tú aunque no niego que hubo, sobre todo en los orígenes, cierta afinidad sobre todo con el republicanismo federal.
ResponderEliminarUn abrazo.