Una persona culta es aquella (…) que sabe cómo elegir compañía entre los hombres [y mujeres], entre las cosas, entre las ideas, tanto en el presente como en el pasado. H. Arendt

sábado, 13 de noviembre de 2021

ACTO DE HOMENAJE A CONCHA PÉREZ COLLADO, BARCELONA 17 DE OCTUBRE DE 2021

 

ESTA ES MI INTERVENCIÓN EN EL ACTO

(naturalmente no incluye comentarios y otros añadidos que salen sobre la marcha)


Me gustaría empezar mi breve intervención con algunas palabras un poco airadas contra lo que podemos llamar «el secuestro de lo real».

«Sindicalista llibertària» dice en esta placa dedicada a Concha Pérez, con estos términos trata el Ayuntamiento de Barcelona de plasmar quién fue Concha Pérez y porqué se le dedica esta plaza.

Resulta extrañamente familiar que muchas voces anarquistas sean sometidas a un proceso de difuminación de planos enteros de su vida y de su pensamiento como voces intempestivas que se intentan borrar incluso cuando se les dedica una plaza como en este caso.

¿Cómo recuperar esas voces? ¿Cómo recuperar la voz de Concha Pérez?

1)Restituyendo las dimensiones emborronadas. Volver a tejer lo que astutamente se ha descosido con el fin de separar nítidamente el «yo» de una voz singular y el «nosotros/as» abierto y transformador donde se inscribía y en el que se alimentaba.

2)Seguir usando su pensamiento, conectándolo con los problemas actuales de las prácticas de emancipación.

 

¿Qué ha sido emborronado y descosido?

Concha tuvo un perfil nítido de mujer anarquista, integrada plenamente en el Movimiento Libertario tanto por sus vínculos familiares (su padre fue militante anarcosindicalista que sufrió prisión durante la Dictadura de Primo de Rivera) como por su trayectoria personal. No hay duda de que fue una mujer cuya voz singular estaba inscrita en un «nosotros/as» colectivo.

Formó parte durante los años treinta del siglo pasado de la FAI (grupos Sacco y Vanzetti primero, y Siempre Adelante, después). Desde luego, formó parte del Movimiento Libertario porque estuvo sindicada en la CNT (sindicato anarcosindicalista, no libertario) y en las Juventudes Libertarias. Pero no solo eso, frecuentó el Ateneo Faros y hacia 1935 fue miembro del Ateneo Humanidad.

En general las mujeres se encontraban cómodas en los Ateneos, enraizadas a la realidad de sus barrios, vinculadas por lazos de proximidad a sus vecinas preocupadas por las reclamaciones relacionadas con los «cuidados» (entendidos como gestión de la vida en sentido amplio: vivienda, alimentación, higiene, cultura, educación (se vinculó a la escuela autogestionaria Élisée Reclus, montada por Félix Carrasquer).

Fue una activa y valiente activista que no dudo en participar, con dieciocho años, en la insurrección anarquista de 1933, encuadrada en el «Movimiento 8 de enero» del que formaba parte Juan García Oliver, siendo detenida y encarcelada durante cinco meses. En julio de 1936 combatió el levantamiento fascista en Barcelona, participando en los asaltos del cuartel de Pedralbes y de la prisión Modelo. Inmediatamente después salió hacia el frente de Aragón como miliciana enrolada en la Columna Ortiz y posteriormente en el grupo Carlo Rosselli. Concha Pérez, por tanto, empuñó las armas, respondía al perfil de la miliciana: mujer joven, con vínculos políticos, familiares y afectivos con sus compañeros de milicias: Y actuó motivada por su conciencia política y social. Participó también en los Hechos de Mayo de 1937 en los que ERC y los comunistas del PSUC quisieron acabar con la revolución social. En los enfrentamientos armados con dichas fuerzas fue herida.

 

Clarificado el pasado, este puede ser la «infraestructura moral» para hacer frente, ayer, hoy y mañana, a la voluntad de poder. ¿Cuál puede ser hoy la actualidad de Concha Pérez?

·       Un primer rasgo de actualidad es su trayectoria personal basada en la lucha radical contra cualquier forma de dominación, fuera laboral, vivencial, política, social, etc.

·       Para ella fue clave la defensa de la libertad personal y colectiva entre iguales. Algo que hoy sigue siendo más actual que nunca.

·       Trató de ser consecuente en su práctica cotidiana con las ideas que la guiaban. Tuvo claro que la solidaridad y el apoyo mutuo eran fundamentales para romper la lógica mercantilista que hegemoniza la vida.

·       Su apuesta por la cultura y la educación tenía como objetivo cultivar el espíritu crítico para resistir la imposición de los valores y el pensamiento único propiciados por el capitalismo y tratar de mantener y enriquecer los propios valores alternativos.

En conclusión, Concha Pérez fue mucho más que una «sindicalista libertaria», pero siempre que se dedican placas a anarquistas se secuestra lo real, invisibilizando esa palabra que sigue quemando: ANARQUÍA.

 

 

2 comentarios:

  1. La apropiación que se está haciendo en toda América y ahora hasta en España de la palabra libertario por liberales asilvestrados reaccionarios, sectarios de Ayn Rand o
    de la Escuela Austriaca o cercana a la extrema derecha es de juzgado de guardia.
    Al final habrá que poner una coletilla y proclamarse libertarios de izquierda, abarcó comunistas palabra que detesto o similares.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De todas formas, lo que intentaba poner en evidencia no es la apropiación de libertario, sino la invisibilización de anarquismo, una palabra que quema en las manos de republicanos, y gentes de izquierda diversa.

      Un abrazo.

      Eliminar

Tus comentarios siempre aportarán otra visión y, por ello, me interesan.