Estamos ante un libro (1) sencillo pero cuya realización
no ha debido ser fácil. Estamos ante un ejemplo más del olvido de unas personas
que lucharon durante nueve años (la Guerra Civil española y la II Guerra
Mundial) contra el fascismo, primero en España y luego en Francia. Unos hombres
injustamente tratados y poco reconocidos pese a formar parte de una compañía, La Nueve, que formaba parte de la
Segunda División Blindada del general Leclerc, y que fueron los primeros que
liberaron París la noche del 24 de agosto de 1944.
Esta compañía tenía la originalidad de que estaba
compuesta casi en su totalidad por españoles o de origen hispano (ciento
cuarenta y seis de los ciento sesenta soldados que la integraban). Pero todavía
la hacía más especial el hecho de contar con numerosos anarquistas, integraban
en su totalidad la tercera sección del alférez Miguel Campos. Las otras secciones
las integraban también republicanos y socialistas.
Estos hombres habían luchado durante la Guerra Civil
española en las milicias y/o en el ejército republicano, tenían experiencia de
combate y eran considerados hombres «difíciles» porque no reconocían fácilmente
la autoridad de su oficial y necesitaban entender las acciones que les pedía
que realizaran. Muchos de ellos, al menos los anarquistas, eran
antimilitaristas y solo las circunstancias los habían llevado a coger las armas
y combatir en dos guerras. Entre Leclerc y estos soldados tan atípicos se
produjo según Mesquida una sorprendente simbiosis, hecha de confianza
recíproca.
Sin embargo estos hombres, como todos/as las
refugiadas fueron maltratadas por las autoridades francesas (y por parte de su
población) cuando fueron ingresados en campos de concentración al pasar la
frontera en la llamada «Retirada» (1939). La mayoría de los hombres que
formaron posteriormente La Nueve, fueron
considerados «extremistas peligrosos» e internados primero en la fortaleza de
Colliure y después en campos disciplinarios como el de La Vernet. En este
campo, situado en la región del Ariège a 80 Km. de la frontera franco-española,
la casi totalidad de los anarquistas de la 26.ª División. También fueron
construidos campos, algunos de ellos de castigo, en el norte de África en
Argelia, Túnez y Marruecos. Se calcula que más de 30.000 españoles fueron
encerrados en estos campos.
Mesquida nos explica las malas condiciones de vida
(alimentación, higiene, trabajo) a las que fueron sometidos estos hombres, así
como la dura disciplina, torturas y castigos que se les aplicaron. No es de
extrañar que muchos de ellos aceptaran integrarse en la Legión Extranjera,
Batallones de Marcha, Regimientos de Trabajadores Extranjeros o Cuerpos Francos
de África. Tampoco tenían muchas opciones donde elegir, considerados
«apátridas», podían ser devueltos a España y eso ya sabían lo que suponía.
La
Nueve se hizo famosa
por sus logros militares y su valor en el combate, quizás por ese motivo
Leclerc alentó que fueran ellos los que entraran los primeros en París ante el
alborozo de los muchos españoles/as civiles que vivían en esta ciudad como
refugiados. Sin embargo, tras las aclamaciones recibidas, las nuevas
autoridades francesas no debieron considerar muy digno para su país que fueran
españoles los que liberaran la capital y olvidaron el hecho. Solo en fechas
recientes se ha empezado a reconocer el papel de La Nueve, entre otros homenajes, en junio de 2015, con la presencia
del rey de España y la alcaldesa de París Anne Hidalgo, la inauguración del
Jardin des Combattants de la Nueve.
Un libro que nos conviene leer.
----(1) Evelyn Mesquida (2019): La Nueve. Los españoles que liberaron París. 2ª Ed., Barcelona, B de Bolsillo.
Hace unos días se publicó la siguiente noticia: "El último superviviente de la compañía de soldados republicanos que entró como avanzadilla en París para liberar la ciudad de los nazis no ha podido superar el coronavirus. Rafael Gómez Nieto, de 99 años, ha fallecido esta madrugada en una residencia de ancianos en Estrasburgo (Francia), ciudad en la que vivía desde 1955".
ResponderEliminarLaura un abrazo con el deseo de que os encontréis bien toda la familia. Esperamos salir de este mal trance reflexionando de lo que nos está ocurriendo como país.
No lo sabía, que lástima.
EliminarEmilio Manuel, deseo que tú y los tuyos estéis también bien, de momento estamos bien y que dure.
En efecto, ahora más que nunca la reflexión es clave para que no nos den gato por liebre aprovechando el miedo generalizado de la población.
Abrazos!!
Una manera bonita de describir lo que te gusta o no te gusta
ResponderEliminarme has encantado
Gracias.
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