Vaya por delante que empatizo con las personas que de
una manera trágica (pérdida de seres queridos), penosa (pérdida de bienes
materiales: viviendas, negocios, coches, etc.) o desdichada, han vivido un
suceso de «gota fría» tan terrible como el sucedido en la provincia de Valencia
(29 de octubre de 2024). Vivo también en el Mediterráneo y conozco, sin haber vivido
una experiencia tan límite, el miedo que causan esas tormentas ahora
denominadas DANA (siglas de una Depresión Aislada en Niveles Altos).
Los
sucesos de «gota fría» han sido frecuentes siempre en la costa mediterránea
durante el otoño, y en Valencia los conocen bien. Sin embargo, la frecuencia e
intensidad de las lluvias son diferentes a lo habitual y están relacionas con
el cambio climático, negado a fecha de hoy por sectores políticos influyentes.
Existe
una táctica denominada mediafare que significa «guerra mediática» y que básicamente
significa, entre otras tácticas, desplazar el foco de atención para que la
audiencia entre en la dinámica de lo mediáticamente correcto y cambiar el marco
de conversación y de debate político. Esta táctica, a mi parecer complementada
por los partidos políticos, ha desplazado el foco de atención hacia la gestión
(desastrosa) de la Generalitat valenciana para realizar una construcción
discursiva que lejos de atender a la realidad del cambio climático, se acerca a
la narrativa de la gestión política y a las luchas de poder entre el PP y el
PSOE (al frente de la Generalitat y del Gobierno respectivamente) para sacar
rédito político de un desastre como el ocurrido en Valencia.
Todos
los medios de comunicación y los partidos políticos de cualquier signo
ideológico han deglutido la tragedia rápidamente y la han convertido en un
episodio más de su lucha por el poder político intentando persuadir a la población
de que el culpable de todo es el otro sector político para que el debate quede
centrado ahí: en las relaciones de poder.
Retirar
el foco de atención de las consecuencias del cambio climático (así como de la
construcción y el urbanismo descontrolado) interesa a ambos partidos con «sentido
de Estado» puesto que ninguno ha realizado una política seria para detenerlo o
para tomar medidas para que sus efectos sean lo menos traumáticos para la
población.
En
todo el guirigay que de nuevo han montado para que todo quede centrado en la
mala gestión del PP valenciano de la DANA (que lo es) y en crear la ilusión de
que el PSOE u otras opciones políticas lo harán mejor, ¿dónde están las
propuestas para que la próxima «gota fría» no tenga las consecuencias
desastrosas que ha tenido esta? ¿qué obras piensan llevar a cabo para que
barrancos, ríos y rieras, no se conviertan en trampas mortales? ¿qué piensan
hacer con las viviendas construidas en zonas inundables? Las alertas no son
solo enviar avisos de protección civil a los móviles ¿qué otras medidas se van a
poner en marcha para alertar a la población preventivamente ante un episodio de
este tipo?
El
ámbito libertario y anarquista debe poner el foco en la realidad que hay tras
la catástrofe del 29 de octubre, no podemos entrar en su juego político y mediático
que tanto condiciona la realidad política.
[Por
otro lado, una vez más se ha demostrado que cuando las instituciones no llegan,
se ausentan porque su maquinaria es pesada y burocrática, la autoorganización y
el apoyo mutuo fluyen espontáneamente y debemos felicitarnos por ello].
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