Una persona culta es aquella (…) que sabe cómo elegir compañía entre los hombres [y mujeres], entre las cosas, entre las ideas, tanto en el presente como en el pasado. H. Arendt

miércoles, 23 de mayo de 2018

UNA FOTO, UN MUNDO NUEVO


La primera vez que vi esta fotografía  me impresionó la desenvoltura con la que caminaban estas tres mujeres (de izquierda a derecha): Lucía Sánchez Saornil, Emma Goldman y Christine Kon-Rabe[1]. Lucía y Christine tienen el gesto dirigido a la mujer de más edad, Emma Goldman, que muy bien podía estar hablando a sus compañeras en el momento en que se hizo la foto.
No solo es el andar decidido de estas tres mujeres lo que me llamó la atención, su gestualidad, influida por el peinado y el vestuario, transmite autonomía y determinación[2].
El peinado más transgresor corresponde a Lucía que lleva el pelo a lo garçon, un corte de pelo que apareció en los años veinte tras la Iª Guerra Mundial. Tras haber ocupado todo tipo de puestos de trabajo en la retaguardia, muchas mujeres no estaban dispuestas a volver a casa como si nada hubiera pasado y, en Francia, algunas de las que reclamaban la igualdad se cortaron el pelo y adoptaron un estilo andrógino que les valió el nombre de garçonnes. En Estados Unidos fueron las flappers las que con su pelo corto y sus maneras masculinas se rebelaron contra la moralidad imperante. Esa misma realidad, una guerra en la que los roles de género quedaron también pulverizados, pudo impulsar a Lucía, cuya orientación sexual lesbiana parece clara, a adoptar este modelo andrógino completado por su vestuario: pantalón, americana, camisa blanca y corbata.
Ni Emma ni Christine se cortaron el pelo a lo garçon, ambas conservaron el pelo largo recogido en un moño (con trenzas en el caso de Christine). La diferencia generacional entre ambas se percibía en la ropa puesto que mientras Emma llevaba de forma descuidada un gabán por encima de los hombros y la ropa oscura, Christine llevaba ropa más entallada, falda más corta y destacaba el detalle del pañuelo y la cartera en la mano.
Tres mujeres de países diferentes: una lituana nacida en Kaunas en 1869, una española nacida en Madrid en 1895, y una polaca nacida en Varsovia en 1911. La más mayor, Emma, estaba muy cerca de cumplir los setenta años, Lucía acababa de entrar en la cuarentena, mientras que Christine se acercaba a la treintena. Mujeres de tres generaciones diferentes si utilizamos el criterio de que la generación viene marcada por la pertenencia a una misma década. Otro criterio muy diferente establece que debe haber treinta años de diferencia entre una generación y la otra, de esta forma Goldman sería de una generación diferente a Sánchez –había 26 años de diferencia entre ambas- y a Kon-Rabe -42 años entre ambas-. Sin embargo, Sánchez y Kon-Rabe serían de la misma generación puesto que la diferencia de edad entre ambas era de 16 años.
Sabemos con exactitud cuándo y dónde fue tomada esta fotografía puesto que el original está depositado en el archivo de la Fundación Anselmo Lorenzo (FAL)[3]. La fotografía fue tomada en Barcelona el 20 de octubre de 1938 en el tercer viaje de Emma Goldman a España[4], durante la guerra civil, único acontecimiento que pudo reunir a estas tres mujeres. Emma Goldman visitó España en tres ocasiones, entre su primera estancia (septiembre a diciembre de 1936) y la tercera (septiembre a noviembre de 1938[5]), transcurrió un lapso de tiempo de poco más de dos años.
Lucía Sánchez y Christine Kon-Rabe es muy probable que se conocieran en  la ciudad de Valencia[6]. Sánchez Saornil marchó de Madrid a mediados de 1937, se trasladó a Valencia y se integró en la redacción del semanario gráfico Umbral que apareció el 10 de julio del 37. Allí conoció a América Barroso (Mery) que entró en la redacción por medio de Mateo Baruta, compañero de Christine Kon-Rabe. Baruta había sido secretario de Federica Montseny cuando ocupó el cargo de Ministra de Sanidad y Asistencia Social, por tanto vivía en Valencia. Lucía y Christine se conocieron en Valencia en el entorno de la redacción de Umbral.
No se puede descartar que Emma Goldman conociera a Lucía y Christine en su segundo viaje. Goldman aterrizó en Barcelona en septiembre de 1937 y estuvo en Valencia en dos ocasiones (antes y después de visitar Madrid). Fue en esta ciudad en la que pudo coincidir con Lucía y Christine en torno a las actividades de la recientemente fundada SIA (Solidaridad Internacional Antifascista). Esta organización fundada por la CNT-FAI y las Juventudes Libertarias disponía de unos Estatutos elaborados a finales de mayo de 1937[7]. Se trataba de un organismo humanitario y político que pretendía crear una organización  de solidaridad internacional en defensa de la revolución social en España. La estructura organizativa, recogida en los Estatutos, estaba formada por la Comisión Ejecutiva que se componía de un Secretario General, el primero fue Pedro Herrera, el Tesorero, el Contador y los Vocales que se distribuían las funciones a realizar: Propaganda, Estadística, Relaciones y otras. Además existía un Consejo General para la organización  de las agrupaciones internacionales.
Tanto Umbral  como la Comisión Ejecutiva de SIA se trasladaron a Barcelona en los últimos días de 1937 o los primeros de 1938. SIA renovó su  Comisión Ejecutiva siendo nombrado Secretario Mateo Baruta, Lucía Sánchez en Prensa y Propaganda, Christine Kon-Rabe en Relaciones Extranjeras, José Carrasquer en Contabilidad y Aurea Cuadrado en Asistencia Social (Lucía y Aurea eran de Mujeres Libres). Tanto Umbral como SIA se instalaron en el mismo edificio, c/ Pi y Margall, 20.
En septiembre de 1938 Emma Goldman viajó por última vez a España, el 1 de octubre asistió a la sesión plenaria ordinaria del Consejo General de SIA[8] en Barcelona acompañada de Lucía Sánchez en la Secretaría, Mateo Baruta como Vice-Secretario, Fidel Miró en Propaganda y Lucas en Contabilidad. Abrió la reunión Lucía Sánchez que, “visto que la lengua española causa dificultades a la camarada Emma, se designa a la  camarada Cristina Kon, agregada de Propaganda y Secretaria de actas  de las reuniones, como interprete”[9] por el  dominio que tenía de varios idiomas. En esta reunión tenemos la constatación de que las tres mujeres se conocían, estaban vinculadas a la SIA y es posible que la foto se tomara esos días de la reunión del Consejo General.
La implicación de la organización Mujeres Libres en SIA fue muy importante puesto que la acción humanitaria de este organismo se desarrolló en la retaguardia donde las mujeres tenían un papel protagonista. No podemos olvidar que estas tres mujeres que caminan con desenvoltura son feministas (al menos Lucía y Emma con seguridad), Lucía tuvo un gran protagonismo en Mujeres Libres y fue una de las tres redactoras de la revista Mujeres Libres, Emma Goldman apoyó la revista desde el principio como una iniciativa fundamental para capacitar a las anarquistas. De hecho, Mercedes Comaposada envío a Emma dos acreditaciones en julio de 1937 en que la nombraban “corresponsal y representante de las Publicaciones Mujeres Libres en Europa y Estados Unidos de América”, así como representante y “delegada de la nueva Federación Nacional de Mujeres Libres” que se iba a adoptar en agosto[10]. No tenemos constancia de que Christine colaborara de alguna manera con Mujeres Libres o con la revista pero no lo podemos descartar puesto que la mayoría de los artículos eran anónimos.
La guerra civil y la revolución habían convertido algunas ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia en una auténtica Babel donde se hablaban diversas lenguas[11], era el caso de Emma y Christine que además eran de origen judío. Solo la coyuntura europea, con la extensión del totalitarismo y del fascismo, y la propia guerra civil española como anticipo de la guerra civil europea, puede explicar que dos de esas tres mujeres que caminaban unidas fueran judías.
Emma Goldman nació en una familia de judíos ortodoxos y emigró a Estados Unidos con 16 años, allí conoció a Aleksander Berkman, un judío ruso, que fue su principal compañero de vida. Sin embargo Goldman, y posiblemente Kon-Rabe, formaban parte del internacionalismo de resistencia en el que primaba la clase por encima de la cuestión judía. El internacionalismo era el horizonte de la aspiración socialista a una justicia universal, la lucha por la emancipación de la Humanidad convirtieron la adscripción judía en un dato sin importancia. En este sentido, la Revolución española de carácter anarquista fue un polo de atracción para cualquier revolucionario/a y también de aquellas personas de ascendencia judía como las dos mujeres de esta fotografía. Es muy posible que Emma y Christine se comunicaran en yiddish por su origen europeo oriental, desde luego Emma lo hablaba, cosa que le había permitido informarse de temas muy diversos tanto en Estados Unidos como en la Rusia revolucionaria[12].
Esta fotografía nos ofrece, por tanto, la vida de tres mujeres que se entrecruzaron en  Barcelona en los últimos días del verano (con seguridad a principios del otoño) de 1938, mujeres que se empoderaron para ganar en autonomía personal. Nada tenían que ver entre ellas pero la Guerra civil, y la Revolución consiguiente,  provocaron  que  sus vidas se entrecruzaran de manera inevitable hace ochenta años. 
Tres mujeres anarquistas y feministas fueron captadas por una cámara mientras caminaban decididas  y convencidas de que un mundo nuevo era posible para ellas.
Este artículo ha sido publicado en la revista Humanitat Nova, nº 3/4, 2018. En la sección de Memoria Histórica de Rojo y Negro y en el blog Alkimia de El Salto: 
https://www.elsaltodiario.com/alkimia/una-foto-un-mundo-nuevo




[1] La primera persona que me indicó el nombre de Christine y, posteriormente, me dio otra referencia sobre la fotografía fue Thiago Lemos.
[2] Soy de la opinión que la manera de vestir o el corte de pelo revela mucho de las personas, igual sean hombres que mujeres. Soy consciente que a las mujeres se las juzga más que a los hombres por su ropa o peinado, pero este artículo nace por una fotografía y la gestualidad, la ropa y el peinado son importantes para explicar mi decisión de escribir este artículo y, quizás , en el futuro un trabajo más extenso.
[3] La fotografía (tamaño 9 x 12 cm),se puede consultar en: http://fal.cnt.es/fondos/?q=node%2F29690
[4] José Peirats (2011): Emma Goldman. Anarquista de ambos mundos. La Linterna Sorda, Madrid. En la edición de este libro la fotografía se sitúa en el segundo viaje de Emma Goldman (septiembre-noviembre de 1937).
[5] Hubo una segunda estancia entre septiembre y noviembre de 1937.
[6] Goldman y Sánchez Saornil pudieron coincidir en Madrid en el primer viaje de la primera en noviembre de 1936, pero difícilmente Kon-Rabe que se desplazó a Barcelona cuando supo que se había producido la revolución española.
[7] Los Estatutos de SIA fueron aprobados  por el Gobierno de la República el 8 de junio de 1937. International Institute of Social History. Emma Goldman Papers. Inv. nr. 297
[8] Las sesiones plenarias se celebraban trimestralmente y con un orden día fijo recogido en los Estatutos. International Institute of Social History. Emma Goldman Papers. Inv. nr. 297.
[9] Así queda recogido en el acta de SIA de 1 de octubre de 1938. International Institute of Social History. Emma Goldman Papers. Inv. nr. 298
[10] Así queda recogido en dos documentos firmados (el 1 y 30 de julio de 1937) por Mercedes Comaposada como redactora de la revista. International Institute of Social History. Emma Goldman Papers. Inv. nr. 300.
[11] Esta referencia de una Babel se aplicaba a Barcelona en José Peirats, 2011: p. 250.
[12] Las referencias al tema del anarquismo y el judaísmo en el capítulo 2 “Vectores del Internacionalismo” en el libro de Yago Mellado López (2017): El anarquismo en el espejo judío. FAL, Madrid.

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