Viure la força. Simone Weil i la Columna
Durruti
Xavier
Artigas
Barcelona, 2025, Descontrol.
El
libro de Artigas va muy bien acompañado con un Prólogo de Myrtille Gonzalbo y
un Epílogo de Amador Fernández-Savater. En el caso de Myrtille, componente del
grupo de los Gimenólogos que llevan a cabo una labor investigadora y de
recuperación de la memoria encomiable, su reflexión sobre estos temas
vinculados con Simone Weil resulta interesante e incisiva. El escrito de
Amador, en su línea de pensamiento, se centra en lo que cree fue una búsqueda
de Weil de «otro tipo de eficacia política», de «otra fuerza de transformación,
de una fuerza débil». Sin duda, en una guerra el máximo de eficacia viene
encarnado por el máximo de armas que son capaces de generar el máximo de terror
(cualquiera de las guerras actuales puede darnos buenos ejemplos). Amador se
pregunta si se puede rechazar la eficacia del terror sin rendirse, si es
posible la revuelta de los débiles, de aquellos que no tienen medios para
aterrorizar.
Prólogo
y Epílogo resultan pertinentes sobre todo si queremos que la historia sea algo
más que la recuperación sin más del pasado. Si algo tiene de interés la
historia, saliendo del ámbito académico, es transmitir al presente todo aquello
que pudo ser y no fue porqué resultó derrotado. En el caso que nos ocupa: la
Guerra Civil española y la Revolución anarquista que se expandió por muchos más
poros que los que se reconocen habitualmente, son un referente (hay muchos más
a lo largo de la historia de las clases oprimidas, dominadas y explotadas) que
nos pueden guiar muchos años después.
El
libro de Artigas, como el subtítulo señala, está centrado en la filósofa Simone
Weil y su experiencia de la guerra, breve pero intensa y trascendente, en la
famosa Columna Durruti. Por todo ello, sus páginas, en las que los datos
concretos le han costado al autor encontrarlos y, quizás por ello, se regodea
en ellos, son un ir y venir sobre el efecto que tuvo en la filósofa coger un
arma, ella que se consideraba contraria a las guerras, y afrontar la violencia
que suele ser especialmente dura en las guerras civiles.
¿La
mujer que entró en España identificándose como anarquista ante los milicianos
revolucionarios que custodiaban la frontera poco después del inicio de la
Revolución, salió anarquista poco tiempo después?
La
famosa Carta a Bernanos, escritor católico, en la que condena la
violencia del bando republicano ha hecho pensar a los sectores más
reaccionarios que Weil abandonó las ideas anarquistas tras su experiencia en el
frente de Aragón. El autor de este libro realiza una minuciosa investigación
para contextualizar la Carta y ofrecer numerosos indicios de que, tras
salir de España, Weil siguió apoyando la causa libertaria.
De
todas formas, el tema de la violencia revolucionario es todo un temazo que ha
generado siempre numerosos debates y numerosas controversias y que no creo que
haya desaparecido de las preocupaciones de quienes piensan que pueden
producirse transformaciones profundas y que es difícil que no aparezca la
violencia. Desde luego, su presencia es segura y continuada en el bando de los
sectores dominantes, no hace falta que exista un proceso de transformación
social.
El
libro abre esa caja de pandora que es mejor conocer y afrontar y no mirar hacia
otro lado pensando que la violencia de los débiles siempre está justificada.
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