Ver «Las pajaritas» en el manto de la virgen del Pilar me
noqueó. Pensé que era una falsa imagen hecha con IA o que la Asociación de
Papiroflexia de Zaragoza (el manto era de papel) no sabía el significado de las
dos pajaritas una en frente de la otra, que era casualidad, ignorancia o ambas
cosas a la vez.
Ramón Acín era, como no podía ser de otra forma, anticlerical. La llamada «cuestión religiosa» y la oposición a la Iglesia católica era desde finales del siglo XIX el sustento del movimiento librepensador que había sido un fuerte nexo de unión entre el republicanismo de izquierdas, la masonería, el espiritismo y el obrerismo organizado, mayoritariamente de influencia anarquista. Ramón Acín tiene diversos escritos en los que critica la traición de las órdenes religiosas al Evangelio, la desnaturalización de las celebraciones eclesiásticas o el oscurantismo contrario a la cultura libre que suponían las rígidas creencias católicas. Su posicionamiento con las clases sociales poderosas y con la ley y el orden, no podían sino alejarlo de todo lo que tuviera que ver con el clero católico.
Digo todo esto porque me cuesta creer que a Acín le hubiera
parecido bien que «Las pajaritas» estuvieran en el manto de una virgen y en el
interior de la basílica del Pilar. La obra de un anarcosindicalista que fue
ejecutado, el 6 de agosto de 1936, por un movimiento militar, católico, totalitario
y golpista, ni siquiera en estos tiempos líquidos, cuadra.
Parece que se trata de un homenaje a la paz y la memoria de
Hiroshima, algo muy loable, pero hoy hay guerras y masacres a las que un
anarcosindicalista como Acín hubiera prestado sus «pajaritas» en las plazas y
en el espacio común antes que en una basílica.
Pero ¿qué representan «Las pajaritas»? ¿cuál es su mensaje?
No es fácil explicarlo; para quienes han hecho este homenaje
es sencillamente una alegoría de la infancia y la naturaleza, también se dice
que representan la libertad, la paz y la posibilidad de romper barreras y
limitaciones como hace una «pajarita» al volar con alas de papel.
Ramón Acín era profesor de dibujo en la Escuela de
Magisterio de Huesca cuando proyectó sus «pajaritas», por ese motivo y por sus
ideas anarquistas, se han interpretado como evocación del movimiento pedagógico
racionalista de la época en el que la infancia tenía un papel fundamental. Como
artista, pedagogo y anarcosindicalista creía en la emancipación de la humanidad
basada en gran parte en la educación y la cultura. He aquí cómo lo plasmó en un
artículo titulado «Florecicas», publicado por el periódico cenetista: Solidaridad
Obrera en 1923:
«El canto de la libertad es lo que cantan los niños al salir de la escuela. Hay que sacar la escuela al bosque, al jardín, al huerto y pegar fuego a esas escuelas pocilgas memorísticas y rutinarias de los mapas con sus océanos colgados en la pared y su Cristo difunto. A los niños no se les pega ni con una flor. Hay que llevar a la escuela: belleza, alegría y salud».
La obra de «Las pajaritas» levantada en el Parque Miguel
Servet de Huesca en 1929 inspiro estas palabras de Ramón Acín:
«Las aguas, las escuelas, los árboles. He aquí los tres problemas capitales de la ciudad. Todo para los niños, la higiene, la cultura, la alegría y la salud. Los niños son la única esperanza de un mañana mejor».
Carlos Mas, que junto con Emilio Casanova hicieron la
edición anotada de los escritos de Acín (1913-1936), titulada: Ramón Acín
toma la palabra, sostiene que «Las pajaritas» se entienden en paralelo a una
fotografía del farmacéutico Ricardo Compairé. En esta fotografía aparecen en su
casa Ramón Acín y su compañera Conchita Monrás, uno enfrente de la otra y en
medio de ambos hay una jaula con una pajarita de papel dentro.
Son tiempos líquidos como hemos dicho antes, tiempos de
impostura, de crueldad, de control y vigilancia… muy alejados de los sueños de
Ramón y Conchita, pero «Las pajaritas» siguen simbolizando para muchas personas
ese sueño de libertad de unas pajaritas con alas de papel. No deberían estar
encerradas en un templo católico sino en un espacio abierto y popular.
Laura Vicente (agosto de 2025)
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