Este
libro tiene una dedicatoria: «A todas las feministas aguafiestas que se lo
están currando: VA POR VOSOTRAS».
Con
toda seguridad es la primera vez que inicio una reseña por la dedicatoria. Lo
hago porque me he sentido tantas veces, en tantos espacios y en tantos
momentos, una «feminista aguafiestas» que reivindicarlo colectivamente, como
hace Sara Ahmed, me ha resultado profundamente liberador.
La
autora es una escritora inglesa cuyos estudios se centran en la intersección de
feminismo, teoría queer, crítica al racismo y postcolonialismo. En Vivir una
vida feminista emergen todos estos temas desde la vivencia de los cuerpos,
desde la cotidianidad de la vida, de ahí que la Introducción se titule: «Traer
la teoría feminista a casa». Vivir una vida feminista no significa adoptar
ideas, teorías o normas de conducta, significa, dice la autora, hacernos
preguntas éticas sobre cómo vivir en un mundo no feminista, es decir, en un
mundo injusto y desigual, cómo crear relaciones más equitativas, de apoyo
mutuo, con nuestro entorno, cómo descubrir formas solidarias con las personas
que más lo necesitan. Algo tan anarquista (aunque Sara Ahmed no se considere
como tal) como priorizar la práctica sobre la teoría y prefigurar, en la medida
de nuestras posibilidades, otra vida, otras relaciones, otra manera de pensar
plenamente feminista.
Partir
de la experiencia de la vida, partir de nuestra participación en el mundo,
puede resultar más fácil que perdernos en teorías abstractas que producen
distancia. Si lo logramos, producimos lo que la autora denomina «conceptos
sudorosos», es decir, aquellos que salen de la descripción de un cuerpo que no
se siente a gusto en el mundo, que intentan transformar un mundo desde la
experiencia práctica.
Este
libro se estructura en tres partes. La primera se titula «Hacerse feminista»,
la autora explica cómo se hace alguien feminista, cómo se hizo la propia autora:
el punto inicial suele ser sentir las injusticias y tomar conciencia de ellas;
el cuestionamiento de la felicidad, algo tan deseado y perseguido; y la
voluntariedad feminista. La segunda parte, titulada «Trabajo de diversidad», se
centra en la labor de transformar el racismo o el sexismo desde dentro de las
instituciones. Muchas veces ese trabajo lleva a quien lo realiza a ser
cuestionada, a tener que enfrentarse con verdaderos muros de ladrillo. Muros
que constituyen «la residencia del amo». La tercera parte titulada «Vivir las
consecuencias» nos sitúa en las conexiones frágiles, en la necesidad del
chasquido feminista, en su mirada desde el feminismo lesbiano y la necesidad de
la interseccionalidad. El libro se cierra con el sugestivo y cautivador kit de
supervivencia de la aguafiestas y con
un glorioso Manifiesto aguafiestas.
El
libro de Sara Ahmed es un borboteo impetuoso de vivencias, reflexiones,
propuestas, ideas, enfados, alegrías, impotencia, capacidad, posibilidades, que
es totalmente inabarcable, se desborda como agua entre las manos. Por tanto, señalaré
los aspectos que me han parecido más esclarecedores y, a la vez, brillantes.
1.
Las
«chicas voluntariosas» son mujeres obstinadas, testarudas, mujeres que tienen
una voluntad que desea, mujeres desobedientes, mujeres que agitan y se agitan,
mujeres que, a veces, en su agitación traspasan la frontera entre la cordura y
la locura.
2.
«Otra
reunión [o comida] arruinada»: reconocer esa escena que cuenta y comparte la
autora. Ser la feminista a la mesa en el trabajo, en una reunión o en la mesa
familiar. Cada vez que habla, a la mujer que habla como feminista suelen oírla
como la causante de la discusión. Ella es el obstáculo en el espacio
conversacional antes de que abra la boca siquiera: ella supone un problema
porque sigue exponiendo un problema.
3.
«Chasquido
feminista», tiene que ver con las tendencias que adquirimos colectivamente y
que nos permiten romper vínculos que son dañinos, a la vez que invertimos en
nuevas posibilidades. Hay que explorar de dónde se puede sacar la energía y los
recursos para seguir adelante y no acabar derrotada por el desgaste que supone
vivir una vida feminista.
4.
¿Qué
es lo que hace que un privilegio sea un privilegio?: las experiencias contra
las que estás protegida; los pensamientos que no tienes que pensar. Entender el
privilegio como un dispositivo de ahorro de energía puede ser especialmente
apropiado para pensar sobre el privilegio del cuerpo íntegro: nos ahorramos
saber lo que nos ahorramos hacer.
5.
Slogan
de las Sisters Uncut: «Si cortáis, sangramos». Acción directa: arriesgar
tu cuerpo, interponerte, frenar el flujo del tráfico, poner tinta roja en el
agua de Trafalgar Square…
6.
La
identificación de la mujer tiene que ver con negarse, como mujeres, a
identificarnos con la cultura masculina. Negarse a identificarse así es retirar
tu energía de las relaciones con los hombres.
7.
El kit
de supervivencia de la aguafiestas es necesario para cuando sientes que la vida
se te complica más de lo necesario. Son cosas personales que se acumulan con el
tiempo, que se necesitan cerca para seguir adelante con un proyecto feminista
compartido: libros, cosas, herramientas, tiempo, vida, notas de permiso, otras
aguafiestas, humor, sensaciones, cuerpos.
8.
Me
quedan pocas palabras para completar esta reseña que no puede superar las mil,
pero queda la guinda del libro: el Manifiesto Aguafiestas. Esta declaración
aguafiestas no es un programa de acción que puede disociarse de la forma de
estar en el mundo. El feminismo es práctica, hay que llevar a la práctica el
mundo al que se aspira y que la autora sintetiza en unas «declaraciones de
voluntad» o principios: No estar dispuesta a hacer de la felicidad mi causa;
estar dispuesta a causar infelicidad; estar dispuesta a apoyar a otras que
están dispuestas a causar infelicidad; no reírme de los chistes cuyo propósito
es ofender; no estar dispuesta a pasar de historias que no dejan de pasar; no
estar dispuesta a ser incluida si la inclusión significa que te incluyan en un
sistema injusto, violento y desigual; y así hasta diez.
Leed el Manifiesto, por favor, es una gozada.
Reseña: Laura Vicente (revista Redes Libertarias, nº 2)
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