Una persona culta es aquella (…) que sabe cómo elegir compañía entre los hombres [y mujeres], entre las cosas, entre las ideas, tanto en el presente como en el pasado. H. Arendt

jueves, 23 de marzo de 2023

«A mi aire»

 Hacía tiempo que no abría paso a esta sección más ligera, así que aquí está de nuevo


«A mi aire» (6 octubre)

La posibilidad real de un ataque nuclear controlado por parte de Rusia me provoca escalofríos, especialmente por la población ucraniana, pero también por toda Europa. ¿En qué escenario nos situaría algo así?

Aporta dosis de pesimismo (no sé si es posible más) a mi percepción de la izquierda silente ante la agresión rusa y las protestas de los hombres llamados a filas y su entorno.

No sé cómo bailar «a mi aire» ante el panorama que nos rodea.

«A mi aire» (13 octubre)

Me doy cuenta de que los últimos «a mi aire» han tenido un tono pesimista, desolado, lleno de incertidumbres, «líquido» …

Me gustaría pensar que es posible revertir la sensación de «pérdida del norte» que me invade por momentos, descabalgar el peso del futuro que veo sombrío y que el bienestar y la armonía que siento cuando veo amanecer perdure más allá de un fugaz instante. 

No sé si seré capaz, pero que no desaparezcan esos instantes en que recupero la vida «a mi aire».

«A mi aire» (20 octubre)

Cuando puedo ir a caminar temprano acostumbro a salir de casa hacia las 7:00 h. Ahora es de noche, no amanece hasta una hora después.

En casa me dicen que dónde voy de noche…

¿Cómo puedo explicar que me gusta caminar cuando aún es de noche y ver emerger el sol del mar? No me canso nunca de ver ese espectáculo. ¿Cómo explicar que me gusta caminar por calles y espigones solitarios? Esas sensaciones que atesoro con fruición (y otras muchas) forman parte de mi forma de vivir «a mi aire».

«A mi aire» (27 octubre)

Solo la amistad (y mis ideas de referencia, que no ideología) me hace emerger del pozo del escepticismo, no tengo muchas amigas/os porque no es fácil construir amistades que perduren en el tiempo.

Es cierto que, a veces, aparece alguna persona que desembarca con su amistad en mi vida y eso siempre es estimulante. También es cierto que pocas de esas amistades fulgurantes permanecen con el paso del tiempo, seguramente tengo mi parte de responsabilidad porque mi manera de entender la amistad es, quizás, demasiado parca en efusividades y sobrada de sinceridad.

Brindo porque las amistades nos salven de la incredulidad.

«A mi aire» (3 noviembre)

¡¡Por favorrrr, quiero otoño!!

Que este tiempo vuelva a su ser, que haga fresco, que los colores, los olores, las sensaciones, la calma del adormecimiento de la naturaleza se vaya imponiendo…

Y sé que esto irá a peor, el cambio climático no es una broma o una circunstancia puntual, lo hemos provocado la humanidad (una humanidad más que otras) con nuestra forma de vida dislocada y consumista inducida por un capitalismo completamente enloquecido y suicida.

Y mientras tanto nuestra clase política nos da azucarillos y nos desvía la mirada.

«A mi aire» (10 noviembre)

Me voy reconciliando con el hecho de participar en actos donde percibo que no está el mismo tipo de personas que era habitual.

Mi participación en el curso de posgrado de la Universidad Federal de Río de Janeiro ha sido un chute de positividad y de aprendizaje que no voy a olvidar fácilmente. Los lazos que voy estrechando con Brasil me proporcionan mucha alegría (y puede haber más sorpresas… que no desvelo para que no se fastidien).

«A mi aire» (17 noviembre)

Vida y pensamiento, esa es la fórmula que cuajó Emma Goldman y la que intento que funcione en mi existencia. Siempre, naturalmente, «A mi aire»

«A mi aire» (24 noviembre)

Por fin, la lluvia, el fresco, la calma, la armonía de la naturaleza que entra en fase de adormecimiento y que provocará luego su florecimiento.

También los seres humanos deberíamos poder disfrutar de esos ritmos al compás de lo que nos rodea (a poder ser no asfalto, ruido, prisas, estrés).

2 comentarios:

  1. Paseo por el campo y lo encuentro mustio, y con cierto desconsuelo no dejo de mirar al cielo buscando alguna señal que anuncie la ansiada lluvia... pero de momento nada.
    Aunque tengo mi blog un poco abandonado, no renuncio al disfrute de leer escritos como el tuyo, que nos incitan a reflexionar, y reclaman algo de belleza en lo sombrío que nos rodea.
    Cuídate y un fuerte abrazo, apreciada Laura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También lo encuentro mustio, está seco y no parece que vaya a llover por el Mediterráneo, esto tiene difícil solución (me refiero al evidente cambio climático).
      Cuídate también, Paco. Un buen abrazo.

      Eliminar

Tus comentarios siempre aportarán otra visión y, por ello, me interesan.