«A mi aire» (3 febrero)
Me desagrada el ruido
(especialmente de las motos), las multitudes, los cotilleos maledicentes, la
comida preparada, el calor, quienes se sienten superiores, la playa en verano,
las sillas incómodas, el color amarillo, la ropa estrecha, la corbata, la
resignación, la basura en la montaña, la gente que grita, los chistosos y la
indiferencia.
«A mi aire» (10 febrero)
Cuando fui consciente de
la gravedad de la pandemia de covid que aun sufrimos, mi imaginación voló a qué
ocurriría en el momento en que me contagiara. Así que cuando ha ocurrido, mil
temores me han rondado por la cabeza, especialmente los primeros días. ¿Cómo
los he afrontado? Pues «a mi aire», claro, no compartiendo los miedos y dándole
vueltas y más vueltas a la cabeza hasta que todo fue pasando. No es el mejor
método y lo sé, pero es el mío.
«A mi aire» (17 febrero)
Vivir «a mi aire» es vivir acorde a mi manera de
pensar, sentir, gozar… Pero como ya estoy escuchando la palabra
«individualista», debo aclarar y matizar. Vivir «a mi aire» significa que todas
las personas puedan vivir «a su aire», sino la cosa no funciona.
Hay palabras que se ponen de moda y otras que
decaen, no suelo apuntarme a las últimas novedades en el hit de los
vocablos, pero alguna me cala. Entre estas últimas hay una que vengo utilizando
y que me resulta de gran utilidad: «problematizar». Cuestionar palabras,
rutinas, planteamientos, actitudes, con la idea de analizarlas en profundidad.
«Problematizar» me sienta como un guante (igual
hasta me paso).
«A mi aire» (3 marzo)
Soy antimilitarista por
convicción, no solo porque sin ejércitos las guerras perderían su carácter
letal sino porque el ejército es una institución vertical, basada en la
obediencia y la disciplina, además de otros valores con los que soy
incompatible (patria, nación, honor, masculinidad, heroísmo, etc.).
Dicho esto, estoy contra
todas las guerras y contra todos los afanes imperialistas de usar la fuerza
armada para imponerse a la población. Hoy todo eso lo representa la Rusia de
Putin, ayer o mañana otras potencias como Estados Unidos o los propios países
de Europa.
«A mi aire» (10 marzo)
¿No os da la impresión, a veces, de que una
situación ya la habéis vivido?
El famoso déjà vu. Esa incordiante sensación de haber pasado con anterioridad por una
situación que se está produciendo por primera vez. Que sabiendo que es nueva,
la música os «suena».
«A mi aire» (17 marzo)
Cuando se acumulan los
acontecimientos que no me cuadran, llegan momentos de decisiones difíciles.
«A mi aire» (24 marzo)
Para Benjamin el pasado no
es en absoluto una versión inferior del presente, sino un depósito de escenas
tan traumáticas como utópicas que se puede aprovechar.
«A mi aire» (30 marzo)
Una de las cosas que me
enternece más en esta vida, llena de malestares y de problemas, es ver cómo
aparecen los primeros brotes en los árboles, esos brotes atrevidos que afrontan
posibles fríos que los pueden herir de muerte.
Aunque me gustaría vivir a mi aire, hay demasiadas cosas que lo impiden, con la edad se quita uno muchos lastres de encima.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto, no resulta nada fácil, todas las edades tienen sus lastres ¿no te parece?
EliminarUn abrazo
El aire es un fenómeno a tener en cuenta por la variedad de sus formas. Unos eligen el aire general, el predominante y si es muy usado se gasta como pasa con los libros que son nuestros y aquellos que sacamos de una biblioteca o nos prestan. Quizás por eso compras tus libros y eliges tu propio aire.
ResponderEliminarUn abrazo
Se procura elegir el aire que mejor nos va, pero no siempre es posible. Procuramos, solo eso, vivir a nuestro aire.
EliminarUn abrazo.