Una persona culta es aquella (…) que sabe cómo elegir compañía entre los hombres [y mujeres], entre las cosas, entre las ideas, tanto en el presente como en el pasado. H. Arendt

sábado, 23 de enero de 2021

José Álvarez Junco, Dioses útiles. Naciones y nacionalismos

 


Como se señala en la contraportada de este libro, pocos problemas histórico-políticos han experimentado una revolución en su tratamiento por parte de historiadores/as y científicos/as sociales comparable al del tema del nacionalismo en las últimas décadas. Es posible que el auge de los nacionalismos tanto en España como en otros países de Europa y del mundo pueda explicar estos cambios.

Decía Fredy Perlman[1] que, cuarenta años después de la derrota del fascismo (1945), el nacionalismo había resucitado no solo de la mano de la derecha sino también de la izquierda. Los nacionalistas izquierdistas creen que sus nacionalismos no tienen nada que ver con el nacionalismo fascista y que el suyo es un nacionalismo de los oprimidos y se promociona con estrategia, ciencia y teología de la liberación. Y así vamos…

Bien, volviendo al libro de Álvarez Junco, él mismo cataloga este libro como ensayo histórico en la Introducción, es decir, un trabajo a caballo entre la Historia y la Ciencia Política. También desvela que el objetivo último del libro es entender el caso español. Dos ideas esenciales inspiran este Dioses útiles, por un lado que la identidad española como cualquier otra es una construcción histórica, y por otro lado que la distancia y la comparación son la actitud y el método más recomendable para comprender adecuadamente un problema político o histórico[2].

Teniendo en cuenta lo dicho de las identidades nacionales, las naciones son exactamente lo mismo, construcciones históricas de naturaleza contingente; a la vez son sistemas de creencias y de adhesión emocional que surten efectos políticos de los que se benefician ciertas élites locales. Según el autor existieron «naciones» mucho antes de los dos últimos siglos como afirman los modernistas frente a los primordialistas[3]. Pero estas «naciones» no eran identidades colectivas a las que se atribuía soberanía sobre un territorio. Esto último es la clave del nacionalismo moderno aun cuando se haya alimentado de tradiciones e identidades culturales procedentes de épocas anteriores.

Como decíamos al principio, los grandes cambios producidos en el tratamiento del tema de los nacionalismos (lo prefiero en plural aunque las coincidencias entre todos sean muy numerosas) explican que el autor dedique el primer capítulo a explicar las teorías actuales en torno a las naciones y los nacionalismos y a proponer unas definiciones de términos claves para entender los capítulos posteriores

El capítulo segundo se basa en hacer una síntesis de diversos casos de construcción nacional en Europa, América, Rusia y Turquía, para centrarse en el siguiente capítulo en el caso español y en el cuarto en las identidades alternativas a la española.

Una buena síntesis que ofrece información suficiente y que se basa en la manera de entender este tema complejo y actual de los nacionalismos. No se trata de una obra de investigación sino  que se apoya en datos y conclusiones de otros autores/as que le parecen de suficiente solvencia.

 



[1] Fredy Perlman (2012/1982-84): El persistente atractivo del nacionalismo. Logroño, Pepitas de calabaza, p. 28.     

[2] Introducción de José Álvarez Junco (2016): Dioses útiles. Naciones y nacionalismos. Barcelona, Galaxia Gutenberg, pp. XIV y XV.

[3] Los primordialistas consideran que todos los humanos han nacido y vivido siempre insertos en naciones, entes naturales poseedores de unos rasgos que se hunden en la noche de los tiempos. Mientras los modernistas consideran que las naciones son algo relativamente reciente y vinculado a las revoluciones burguesas.

4 comentarios:

  1. No soy muy entusiasta de Álvarez Junco que no deja de ser uno de esos intelectuales orgánicos que están en la órbita de el diario El País. La cuestión nacional aunque es una construcción emocional e intelectual a veces artificiosa no debe de ser tomada como un todo. No es lo mismo el nacionalismo anticolonial, digamos la India, que el nacionalismo de territorios que alcanzando cierto grado de bienestar creen que pueden regirse por sí mismos. No es lo mismo el nacionalismo español, que el gallego, el catalán o el vasco. Es obvio que en algunas zonas hay una explotación de los recursos y de la mano de obra. Es obvio que los colonizadores son los primeros separadores entre las metrópolis y los territorios donde obtienen sus ganancias. Es lógico entonces que en estas zonas junto a una reivindicación social, haya una reivindicación territorial. Así fue a lo largo del siglo XX. A veces caemos en ver el mundo de forma muy etnocentrista.
    Un abrazo

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  2. He leído bastantes obras de Álvarez Junco, no todas, cuando quieras podemos hablar de las obras en concreto y de los aspectos en los que lo cuestionas desde el punto de vista histórico.

    Para mi el nacionalismo sí es todo igual puesto que su base es identitaria y basada en lo territorial (no mezclar con el derecho de autodeterminación de las colonias que es algo bastante diferente a los demás casos, si lo mezclaron con el nacionalismo para lograrlo en lugar de con contenidos sociales es un mal añadido a un derecho). Obviamente unos nacionalismos han llegado más lejos que otros en sus aspectos más negativos. El nacionalismo de izquierdas en este sentido es muy pernicioso.

    Te recomiendo la lectura, si no lo has leído, de Fredy Perlman "El persistente atractivo del nacionalismo", lo tienes en Pepitas de calabaza.

    Un abrazo.

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  3. A mi si me gustan sus obras desde el punto de vista historiográfico, siendo crítica sin duda.

    Creo que en el debate sobre la identidad perdemos porque nos quedamos en lo que somos y no en lo que querríamos ser, nos limita y nos separa mirando solo hacia atrás y no al futuro. Es una política de la muerte.

    Un abrazo Laura!

    Ya lo leeré, mucho pendiente jeje

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    1. Tiene libros para mi excepcionales como el primero de La ideología política del anarquismo que aún consulto o el Lerroux, el Emperador del Paralelo. Son libros de investigación (que no es el caso de este sobre el nacionalismo).

      El problema de las identidades es que siempre hay una que se impone a las demás como en el caso de la identidad nacional y tratan de definir a las personas (que tenemos identidades múltiples) a través de esa única identidad.

      Un abrazo!!

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