martes, 23 de julio de 2019

EMMA GOLDMAN EN ESPAÑA


Emma Goldman se dio cuenta con el paso del tiempo que la revolución tenía que ser motivada por un impulso totalmente positivo y constructivo. El aspecto destructivo de la agitación política y social, aunque inevitable y necesario, era una cuestión secundaria o subordinada.

EMMA GOLDMAN EN NUEVA YORK, 1934
Al venir a España lo que quería era ver una sociedad construyéndose, por eso insistió en visitar las unidades económicas colectivizadas rurales o urbanas. Más que la guerra antifascista eran estos esfuerzos, junto con los modelos educativos  y de auxilio social, lo que para ella representaba el esplendor de los/las anarquistas españolas, el corazón y el alma de la revolución española. Por eso optó por subrayar lo positivo, siendo más crítica respecto al análisis del comportamiento anarquista en el ámbito explícitamente político de la revolución.

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