martes, 23 de mayo de 2017

VIKTOR FRANKL, El hombre en busca de sentido

Este libro, como dice José Benigno Freire en el Prefacio, es un texto sobre la capacidad de grandeza y de miseria que anida en el interior del hombre, convirtiéndose en un canto esplendoroso a la libertad (20).

¿Estamos ante un testimonio más de los campos de concentración?
Soy de la opinión que nunca habrá bastantes testimonios publicados sobre los Lager puesto que cada persona de los millones que murieron  vivió, perdió y sufrió de manera diferente a las otras personas, dicha experiencia. No me vale con decir murieron tantos miles o tantos millones, cada experiencia individual es lo único que nos puede dar la dimensión de la tragedia porque detrás de cada persona hay una vida completa de vivencias, proyectos, emociones, ilusiones, etc., que fue aniquilada por la barbarie.



Pero memoria no es historia…
También es cierto que memoria no es historia y es necesario no confundirlas como se hace habitualmente y que el historiador Enzo Traverso define de forma clarificadora en su libro, La historia como campo de batalla. Interpretar las violencias del siglo XX.

Memoria: es el conjunto de recuerdos individuales y de representaciones colectivas del pasado. Es una representación del pasado que se construye en el presente, el resultado de un proceso en el que interactúan varios elementos, cuyo papel, importancia y dimensión varían según las circunstancias.
Historia: es el discurso crítico sobre el pasado, una reconstrucción de los hechos y acontecimientos pasados tendiente a su examen contextual y a su interpretación. Concebida como un relato objetivo del pasado elaborado según reglas, la historia se emancipó de la memoria, o bien rechazándola como un obstáculo, o bien atribuyéndole un estatus de fuente susceptible de ser explotada con el rigor y la distancia  crítica propios de todo trabajo científico.
Sin embargo existe también una memoria histórica: es la memoria de un pasado que percibimos como clausurado y que ha entrado, a partir de entonces, en la historia. Es decir un “acaecido” vivo y archivado a la vez. La escritura de la historia del siglo XX es un ejercicio de equilibrio sobre una cuerda suspendida entre estas dos temporalidades:
--Por un lado, sus actores han adquirido, por su calidad de testigos, un estatus incuestionable de fuente para los investigadores.
--Por otro lado, los investigadores trabajan sobre una materia que interroga constantemente sus vivencias personales, cuestionando su propia posición.

Estamos ante un testimonio-memoria excepcional…
…porque se trata del testimonio de un psicólogo que trata de responder a una pregunta: ¿Cómo se veía afectada la psicología del prisionero por el día a día en un campo de concentración? La respuesta la lleva a cabo a través de “El informe del prisionero nº 119.104”, o sea él mismo.
Partiendo de su experiencia Frankl dedujo que no es el sufrimiento en sí mismo el que madura o enturbia al hombre, es el hombre el que da sentido al sufrimiento. Conclusión fundamental en su postura dentro de las escuelas de psicología basada en el concepto de sentido de la vida y en la logoterapia que también es explicada brevemente al final del libro.
Algunas afirmaciones que me interesan:
1. Una muy habitual: (…) los mejores no regresaron (36), solo los que perdieron todos los escrúpulos en su lucha por la supervivencia regresaron.
2. La entrada en Auschwitz suponía llegar a la inmensa y terrible barbarie con los estridentes gritos de mando, los bramidos ásperos de los campos que parecían los estertores de una víctima, roncos y cortantes (42).
3. En los campos solo poseíamos la existencia desnuda, éramos solo un cuerpo (48).
4. La insensibilidad y el vacío emocional era el necesario escudo protector para sobrevivir en el Lager (56 y 65).
5. Pese a la bajeza física y mental imperantes en el campo, podía cultivarse una profunda vida espiritual. Quienes la tenían podían reducir el daño infligido a su ser intimo (67-68).
6. La salvación del hombre consiste en el amor y pasa por el amor (69).
7. La supervivencia propia y de los amigos conducía a la pérdida de los principios morales que hubiera podido tener una persona antes del internamiento (80) Esta afirmación está desarrollada más ampliamente en esa página y la 81. Muy recomendable.
8. El maltrato que padecía el prisionero se basaba en su degradación como persona (es decir, tratarlo como si no fuéramos nada, como si no existiéramos) más el hambre y la falta de sueño. El maltrato conducía a la apatía y a la muerte (92).
9. Pese a todo, el hombre puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental (95). Al hombre se le puede arrebatar todo excepto la libertad humana –la libre elección de la acción personal ante las circunstancias- para elegir el propio camino. Es esa libertad interior la que confiere a la vida intención y sentido.
10. El sufrimiento como parte sustancial de la vida que ayuda a madurar.

Y una última cita:
(…) hay dos razas de hombres en el mundo, solo dos: la de los hombres decentes y la de los indecentes. (…)
La historia nos brindó la oportunidad de conocer la naturaleza humana quizá como ninguna otra generación. ¿Qué es en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es quien ha inventado las cámaras de gas, pero también el que ha entrado en ellas con paso firme, musitando una oración (115).
Un testimonio que te hará pensar y comprender algo más sobre la existencia humana.


4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo en que, aunque haya mucho escrito sobre el Holocausto, nunca es suficiente. Porque cada historia vivida es única, cada persona que lo vivió/sufrió tiene una historia que contar que es diferente a la de los demás.

    Hace tiempo que tengo ganas de este libro, hace tiempo que no leo de esta temática (aunque me he leído hace poco El chal, de Ozick), pero Al fin y al cabo comparto profesión con Viktor, así que me interesa su mirada que profundiza en la psicología de las personas y el sufrimiento.

    Un abrazo

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    1. En efecto, tendríamos que aceptar leer seis millones de historias individuales para afirmar que ya es suficiente, esa es la magnitud.

      Ana, podrás ver aspectos que quienes no somos psicólogas quizás no valoremos de la misma manera, seguro que te interesará.

      Un abrazo.

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  2. Recuerdo haberlo leído hace mucho tiempo, cuando estudiaba, era una de las lecturas que nos recomendaban...
    Seguro merece una segunda lectura ya con el p@so de los años vividos...

    Besos!!

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    1. Es breve, así que seguro que verás nuevas perspectivas o recordarás las que ya apreciaste de veinteañera. Para mi es un libro imprescindible.

      Besos!!

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