lunes, 23 de agosto de 2021

KROPOTKIN, APOYO MUTUO Y ANARCOFEMINISMO

 


Este libro que acaba de salir para recordar los cien años de la muerte de Kropotkin está escrito por diversos autores y autoras (Paco Madrid, Susana Sueiro, Joan Zambrana, Rafael Cid, Carlos Taibo, María Migueláñez, entre otros/as). Nuestra humilde contribución tiene el mérito de ser resultado de un debate colectivo que cuatro mujeres hemos ordenado y organizado para su publicación. Aquí os dejo la presentación de nuestro grupo REDES y la Introducción del texto que hemos aportado. 

Nuestro grupo, “REDES”, busca ser una corriente de debate que pretende, dialogando poco a poco, tejiendo redes, habitando fragmentos... formar un «nosotras» inclusivo. Queremos ser pensadoras teóricas y, a la vez, activistas y «activadoras» de pensamiento, de proyectos de autonomía y autogestión y de realizaciones culturales que ocurren fuera del Estado y del Mercado[1]. El activismo lo llevan a cabo las mujeres del grupo en sus respectivos lugares de vida y trabajo, puesto que REDES es una comunidad online.

Ahora mismo en el grupo de debate somos trece mujeres y hay un segundo círculo con otras nueve, que no participa, de manera tan activa, pero tiene interés  en conocer nuestra dinámica. Debido a la presencia intermitente de las personas del grupo, siempre «somos las que estamos», para cada circunstancia, evento o toma de decisión. En el grupo hay una situación itinerante y transitoria, un ir y venir de acuerdo con las diversas situaciones de las integrantes del grupo. Este trajín permite que haya personas que aportan ideas y trabajo que resultan ricas y creativas pero que pueden ser efímeras o intermitentes. Sin que esto afecte a la permanencia, esfuerzo y trabajo conjunto.

Introducción

El texto que aportamos a este libro colectivo es, por tanto, una iniciativa de grupo en un espacio de discusión online del que nos hemos dotamos mujeres que nos sentimos cómodas dentro de lo que denominamos anarcofeminismo. El tiempo de lectura de los textos se llevó a cabo entre el 18 de noviembre de 2019 y el 8 de enero 2020, y el de debate entre el 8 y el 28 de enero 2020.

Este reto colectivo de debatir y reflexionar para enriquecer nuestra manera de entender el feminismo desde el anarquismo o lo libertario, requiere pasión, ganas y dejarnos sorprender por los derroteros por los que nos puede llevar un texto, tal y como ocurrió en el caso que nos ocupa.

Desde el principio hemos sido conscientes de las diferencias que hay entre las mujeres del grupo, diferencias que provienen de experiencias vitales dispares, edades muy distintas, formación académica y trabajos desiguales, espacios territoriales diferentes, etc. Pero siempre hemos convertido la diversidad y diferencias en riqueza, puesto que no queremos estar todas de acuerdo: no votamos, ni tampoco consensuamos: recogemos todas las perspectivas que surgen de los textos.

Así aunamos las diferencias entre el saber colectivo y el individual, el conocimiento que se deriva de la experiencia y el intelectual, los papeles que cada una de nosotras adopta en el debate y su implicación en él.

Al ser un grupo online, las intervenciones están todas escritas y eso facilita el paso del desarrollo vivo del debate a un texto organizado. No queremos dar una imagen idealizada de nuestra apuesta por debate colectivo online, ya que este tiene sus ventajas y sus desventajas., pero es la herramienta de la que nos hemos dotado y que se adapta a nuestras propias circunstancias temporales y espaciales. En todo caso el artículo que ahora presentamos es producto del trabajo de cuatro personas que nos hemos ofrecido voluntarias para hacerlo.

Así pues, con todas las ventajas e inconvenientes que implica el trabajo colectivo encaramos la lectura de los capítulos 7 y 8, «La ayuda mutua en la sociedad moderna» y la conclusión de la obra El Apoyo Mutuo de Kropotkin; y cabe señalar que. para nosotras este debate ha sido sorprendentemente fructífero y nos ha permitido hablar de múltiples temas y vincularlos al feminismo.

Enseguida tuvimos la impresión de que se han escapado muchos de los beneficios que en ese momento (finales del siglo XIX- principios del siglo XX) nos brindaron hombres y mujeres a través de su trabajo, su lucha y sus vidas. En parte tenemos la sensación de que toda la elaboración de un pensamiento social y de lucha ha sido sustituida por un credo, además «simplón», del que apenas se desprenden cuatro eslóganes vacíos.

Grupo REDES (Diana García Kulikova, Clara González-Garzón Finat, Emilia Moreno de la Vieja, Laura Vicente Villanueva).



[1]                     Nos sentimos identificadas con esta manera de entender el debate que aparece recogido en  Silvia Rivera Cusicanqui. Un mundo ch’ixi es posible. Ensayos desde un presente en crisis. (Buenos Aires: Tinta limón, 2018), pp. 108-109.

 

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