sábado, 12 de julio de 2014

MUJERES DEL EXCEDENTE


Hubo un tiempo, no hace tanto, en el que las inglesas de mediana edad que no habían encontrado marido eran objeto de burla. Los humoristas de la época victoriana siempre las describían como figuras cómicas, como seres sin atractivo que, a pesar de sus esfuerzos, habían fracasado a la hora de convencer a un hombre para que se casara con ellas. Ésta es la imagen de la generación anterior, pero no la de hoy, pues hay demasiadas mujeres solteras que han triunfado en el mundo profesional y que destacan  en la literatura, la ciencia y el arte como para que la broma siga teniendo gracia.
Este fragmento escrito en 1940 por la feminista Cicely Hamilton sintetiza algunos de los cambios que desencadenó la I Guerra Mundial en la condición femenina. Cuando se fundaron los movimientos sufragistas en el siglo XIX, la estructura patriarcal mostraba una figura monolítica sancionada por los siglos y con convicciones inamovibles: la certeza de la superioridad del hombre, de la jerarquía sexual natural, en la que las mujeres siempre estaban subordinadas a los varones. 

DEMOSTRACIÓN SUFRAGISTA, 1910

Gracias a la influencia de las feministas de finales del siglo XIX y principios del XX, especialmente las sufragistas radicales inglesas (suffragettes), el sistema patriarcal empezó a resquebrajarse, lo que significaba para las mujeres de clase media un aumento de oportunidades laborales y económicas. Pese a ello, las mujeres nacidas entre 1885 y 1905,  seguían concibiendo el matrimonio como un derecho propio que vieron arrebatado durante la guerra. Fueron llamadas las mujeres del excedente porque nunca se pudieron casar. 

6 comentarios:

  1. Solo comentarte sobre Willie Nelson y su música que me machaqué en mi época catalana hasta decir basta, de vez en cuando, cuando quiero acordarme de aquella juventud y de lo que eso supuso, me pongo algo suyo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un guitarrista excelente, me sigue gustando mucho. Qué curioso que lo tengas asociado a Cataluña.

      Un abrazo.

      Eliminar

  2. A veces, cuando echas la vista atrás... ¡hasta parece que hemos avanzado y todo!

    Mi agradecimiento a tantas y tantos también, que han trabajado y lo siguen haciendo porque sigamos avanzando, a pesar de...

    Gracias 'Lady Historiadora' por hacérnoslo ver cuando todo se pone tan oscuro y parece que sólo vamos para atrás cual cangrejicos cabezones...;)

    Besos de ayer y de hoy!!!

    :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La perspectiva histórica permite relativizar muchas cosas y, como bien dices, valorar otras. Por desgracia esa evolución no siempre es positiva como en el caso que nos ocupa.

      Besos.

      :)

      Eliminar
  3. Y que diferente es el anticipo, que vivimos ahora, de un futuro que deseamos mucho más rico. Con la batalla de la igualdad todavía pendiente del avatar político. Y la realidad social por detrás haciendo más dificil el progreso. Pesan en contra las opiniones de los hombres y se cargan de las razones que defienden algunas mujeres. Mientras tanto mantengo la esperanza de que mi hija alcance una vida plena. Pensar que la gran guerra puso algo de su parte me parece algo triste. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El efecto que tienen las guerras, u otros acontecimientos, sobre el avance o retroceso de los derechos sociales (y en concreto de las mujeres) suele verse pasado el tiempo. En el momento, ser mujer del excedente parecía una gran desgracia.

      La vida plena no depende solo de leyes y derechos, aunque estos pueden ayudar.

      Un beso.

      Eliminar

Tus comentarios siempre aportarán otra visión y, por ello, me interesan.