miércoles, 16 de agosto de 2023

Ursula K. Le Guin, Los desposeídos


 

Me ha costado llegar a esta novela y es extraño. La ciencia ficción no me llama excesivamente la atención, aunque he disfrutado con las grandes obras que todas y todos conocemos. Es extraño porque son conocidas las simpatías de Le Guin por las ideas anarquistas, a las que ha definido como las más humanas, complejas e interesantes de todas las teorías políticas.

En Los desposeídos, escrita en los años 70, la escritora nos ofrece la utopía anarquista convertida en realidad en el planeta Anarres, situado a varios años luz de la Tierra, donde se exiliaron los llamados odonianos después de una revolución fallida para construir un modo de vida anarquista. Los habitantes de Anarres proceden de Urras, del cual se desvincularon ciento sesenta años atrás, un mundo donde se han reproducido los males de la Tierra que conocemos. Shevek, científico que intenta trabajar en una ecuación que puede cambiar muchas cosas, será el primer habitante de Anarres en visitar Urras y descubrir una realidad para él desconocida puesto que se ha educado en unas formas de vida completamente diferentes. Los desposeídos de Urras tendrán en Shevek un símbolo de una sociedad mejor, como mínimo en la posibilidad de pensar que es posible dicha sociedad pese a sus imperfecciones y sus carencias.

El mundo de Anarres no es perfecto ni mucho menos, es un sistema que lucha continuamente con la escasez y los problemas por tratarse de un lugar inhóspito en el que la tierra es polvorienta y la naturaleza muy limitada. Así mismo es un territorio en el que los conflictos humanos no han desaparecido y el poder acecha en cada relación y actividad.

La estructura narrativa de Los desposeídos se realiza en paralelo, se nos cuenta la vida de Shevek en Anarres y su viaje a Urras. Le Guin reflexiona sobre numerosos aspectos: la complejidad de las relaciones humanas, las experiencias revolucionarias con sus éxitos y sus fracasos, el papel de la mujer en la sociedad, la influencia de las ideologías y especialmente los diversos micropoderes que surgen continuamente en cualquier espacio de Anarres (da igual que sea entre adultos o que se dé entre niños y niñas).

Una lectura emocionante e interesante.

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