viernes, 3 de junio de 2022

«A mi aire»

 



«A mi aire» (3 febrero)

Me desagrada el ruido (especialmente de las motos), las multitudes, los cotilleos maledicentes, la comida preparada, el calor, quienes se sienten superiores, la playa en verano, las sillas incómodas, el color amarillo, la ropa estrecha, la corbata, la resignación, la basura en la montaña, la gente que grita, los chistosos y la indiferencia.  

«A mi aire» (10 febrero)

Cuando fui consciente de la gravedad de la pandemia de covid que aun sufrimos, mi imaginación voló a qué ocurriría en el momento en que me contagiara. Así que cuando ha ocurrido, mil temores me han rondado por la cabeza, especialmente los primeros días. ¿Cómo los he afrontado? Pues «a mi aire», claro, no compartiendo los miedos y dándole vueltas y más vueltas a la cabeza hasta que todo fue pasando. No es el mejor método y lo sé, pero es el mío.

«A mi aire» (17 febrero)

Vivir «a mi aire» es vivir acorde a mi manera de pensar, sentir, gozar… Pero como ya estoy escuchando la palabra «individualista», debo aclarar y matizar. Vivir «a mi aire» significa que todas las personas puedan vivir «a su aire», sino la cosa no funciona.

«A mi aire» (24 febrero)

Hay palabras que se ponen de moda y otras que decaen, no suelo apuntarme a las últimas novedades en el hit de los vocablos, pero alguna me cala. Entre estas últimas hay una que vengo utilizando y que me resulta de gran utilidad: «problematizar». Cuestionar palabras, rutinas, planteamientos, actitudes, con la idea de analizarlas en profundidad.

«Problematizar» me sienta como un guante (igual hasta me paso).

«A mi aire» (3 marzo)

Soy antimilitarista por convicción, no solo porque sin ejércitos las guerras perderían su carácter letal sino porque el ejército es una institución vertical, basada en la obediencia y la disciplina, además de otros valores con los que soy incompatible (patria, nación, honor, masculinidad, heroísmo, etc.).

Dicho esto, estoy contra todas las guerras y contra todos los afanes imperialistas de usar la fuerza armada para imponerse a la población. Hoy todo eso lo representa la Rusia de Putin, ayer o mañana otras potencias como Estados Unidos o los propios países de Europa.

«A mi aire» (10 marzo)

¿No os da la impresión, a veces, de que una situación ya la habéis vivido?

El famoso déjà vu. Esa incordiante sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que se está produciendo por primera vez. Que sabiendo que es nueva, la música os «suena».

«A mi aire» (17 marzo)

Cuando se acumulan los acontecimientos que no me cuadran, llegan momentos de decisiones difíciles.

«A mi aire» (24 marzo)

Para Benjamin el pasado no es en absoluto una versión inferior del presente, sino un depósito de escenas tan traumáticas como utópicas que se puede aprovechar.

«A mi aire» (30 marzo)

Una de las cosas que me enternece más en esta vida, llena de malestares y de problemas, es ver cómo aparecen los primeros brotes en los árboles, esos brotes atrevidos que afrontan posibles fríos que los pueden herir de muerte.

4 comentarios:

  1. Aunque me gustaría vivir a mi aire, hay demasiadas cosas que lo impiden, con la edad se quita uno muchos lastres de encima.

    Un abrazo.

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    1. Muy cierto, no resulta nada fácil, todas las edades tienen sus lastres ¿no te parece?

      Un abrazo

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  2. El aire es un fenómeno a tener en cuenta por la variedad de sus formas. Unos eligen el aire general, el predominante y si es muy usado se gasta como pasa con los libros que son nuestros y aquellos que sacamos de una biblioteca o nos prestan. Quizás por eso compras tus libros y eliges tu propio aire.

    Un abrazo

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    1. Se procura elegir el aire que mejor nos va, pero no siempre es posible. Procuramos, solo eso, vivir a nuestro aire.

      Un abrazo.

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Tus comentarios siempre aportarán otra visión y, por ello, me interesan.