domingo, 3 de diciembre de 2017

HERMANA, YO SÍ TE CREO


La violación que se produjo en Pamplona, y que se está juzgando estos días de noviembre de 2017, tiene muchos elementos que me provocan rechazo, repugnancia e ira. Me referiré a algunos de ellos.

Que el grupo de violadores se autodenominara “la manada” me resulta denigrante para la víctima y me da una imagen bastante exacta de los victimarios: la manada es un grupo de animales que andan juntos. Y van juntos para ser más eficaces en la caza y para compartirla. Esta manada de animales humanos debía tener también otra finalidad: animarse mutuamente para llevar a cabo “la caza”, convertirla en una diversión compartida y ofrecerla como espectáculo en las redes sociales.

Las violaciones siempre se basan en lo mismo: el uso de la fuerza para imponer unas relaciones sexuales no consentidas ni aceptadas por la víctima. El abuso del número y de la fuerza de los integrantes de “la manada” respecto a una mujer sola, habla por sí misma de lo ocurrido en el portal de aquella vivienda. Que el silencio se interprete como asentimiento y aceptación es un insulto a la inteligencia y una falta de sensibilidad inaceptable.

Pero las violaciones de hoy tienen un componente nuevo que no podemos obviar, los victimarios se vanaglorian grabando la violación, compartiéndola y convirtiéndola en un espectáculo de dimensiones desconocidas. Hay una actitud de denigrar a la víctima ante otras “manadas” puesto que cada vez que un vídeo de estas características se comparte, la víctima vuelve a ser violada simbólicamente por quienes la miran.

No comparto la idea de que las feministas nos apropiemos de esa imagen de “manada”, una idea potente pero que me desagrada profundamente. Nuestra fuerza se sustenta en lo contrario del imaginario de “la manada”, una asociación para cazar, para agredir, para exaltarse mutuamente en la imposición de la fuerza bruta del grupo, la afirmación de la acción totalitaria de los agresores, de la acción irracional y de un mundo basado en la jerarquía de la brutalidad y la dominación.

A las feministas nos une el apoyo mutuo, el reconocimiento de la fuerza que nos da un comportamiento colaborativo y solidario, la afinidad electiva, la autonomía de pensamiento, la libertad de criterio... Las afinidades entre las personas toman en consideración el temperamento, las diferentes formas de sensibilidad, los diferentes rasgos de carácter  y las diferentes maneras de integrarse con los demás. La asociación es el arte de despertar lo mejor de cada persona, descartando lo peor, la capacidad de movilizar recursos nuevos, positivos y portadores de libertad y de vida. Romper con los estereotipos y los roles impuestos requiere que se ponga a su servicio lo mejor de quienes se organizan por afinidad. 

Eso son para mí los feminismos, esa es nuestra fuerza y nuestra manera de pensar un mundo nuevo.



8 comentarios:

  1. No solo como mujer sino como ser humano no puede dejar de producirme estupor y preocupación que aún existan hombres capaces de disculpar comportamientos tan indignos como el de estos personajes. Llamarlos manada es incluso ofensivo para los animales, incapaces de actuar así con las hembras de su especie. Gracias por hacer oír tu voz sobre este desgraciado tema.

    ResponderEliminar
  2. Hemos coincidido en temática aunque tu concluyes con la unidad que debe de mantener el feminismo en su afán de captar nuevos recursos, tema este importante en la medida que la mujer tiene al enemigo dentro de casa, basta leer a esa jueza que pregunta a una mujer violada si cerró bien las piernas; a mi me preocupa especialmente los medios que se utilizan para luchar contra esa lacra social, unos medios muy escasos, hace unos días se demostró que en la zona de Alicante, donde una mujer fue asesinada por su ex-pareja que tenia una orden de alejamiento, no había policías para controlar al asesino, ¿que decir de jueces, fiscales, abogados, peritos....? un perito llevado por la defensa manifestó en el juicio que no se puede considerar acosada puesto que cuando estaba haciendo una de las felaciones no mordió el pene, ¿que tipo de perito es este?, ¿que clase de abogado lleva a un personaje de este tipo?, está claro que para esos abogados y peritos, eso mujer por no defenderse ya era una puta y le pusieron un detective porque tenia que seguir demostrándolo que lo era. Uno no es que tenga los ojos cerrados, pero hay cosas que todavía me sorprenden.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón, me pasa lo mismo que a ti, aún me sorprenden actuaciones, opiniones y posiciones de hombres y mujeres ahondando en un machismo cavernícola y retrógrado que parecía que se empezaba a superar.

      Un abrazo.

      Eliminar

  3. Ese 'hermana' lo interpreto, desde lo que me toca, como 'sororidad': 'Ella' también es mi hermana... Si no la creo, viendo cómo han sido y se han desarrollado las cosas, mañana puedo ser yo a la que no se crea frente a otro depredador o una manada de ellos...

    Gracias.

    Besos y cálido abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, es sororidad: apoyo mutuo, reconocimiento de autoridad en las otras mujeres, credibilidad.

      Un gran abrazo.

      Eliminar
  4. Estoy de acuerdo con cada una de tus palabras en este texto y lo único que lamento es ciertas actitudes demagógicas de personas que declarándose feministas usan argumentos que no coinciden con todo lo que tú has señalado.
    Creo que en la llamada Tercera Ola feminista hay corrientes decididamente autoritarias y que pretenden convertir ese movimiento en una religión alternativa. Son minoría pero están ahí aprovechándose de ese viejo argumento de que maximalizando los discursos se consiguen más cosas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. También estoy de acuerdo contigo en la existencia de ciertas tendencias actuales a convertir el feminismo en una creencia movida por emociones intolerantes.

      Un abrazo.

      Eliminar

Tus comentarios siempre aportarán otra visión y, por ello, me interesan.