ANTONINA RODRIGO ENSAYANDO A GARCÍA LORCA (mayo 2022)
Estaba prevista una conversación con Antonina Rodrigo en los actos, organizados por CGT en Alicante, para recordar el 85 Aniversario de la Federación Nacional de Mujeres Libres (agosto 1937).
Pero Antonina no pudo asistir por motivos de salud, así que indagando en dos textos suyos de este año pudimos reproducir una conversación sin estar ella. Los textos son:
El Pregón de la feria del libro, Granada, 13 de mayo de 2022.
El Discurso con motivo de su investidura como doctora honoris causa por la Universidad de Granada, 14 junio 2022
LOS LIBROS
Comparto muchas cosas con Antonina, entre ellas nuestro
interés por los libros.
Estoy convencida que la identidad de una persona no la define la sangre ni el territorio sino las decisiones intelectuales y éticas que cada persona toma a lo largo de su vida. Los flujos culturales dan forma a nuestro pensamiento y comportamiento, estos vienen en gran parte de las lecturas.
Veamos algunos apuntes sobre la importancia que
tienen para Antonina los libros.
Durante
la primera y oscura postguerra, en una edición para niños de Don Quijote de la Mancha,
los alumnos granadinos del colegio republicano de doña Paquita Casares
Contreras aprendimos a leer y, al mismo tiempo, a vislumbrar realidad e ideal
al modo crítico cervantino.
En
mi adolescencia compraba aleluyas en las tiendas de chamarileros de la calle de
Elvira, pequeños comercios con toda clase de objetos viejos, herrumbrosos y
polvorientos. Para mí eran lugares mágicos, la mercancía se amontonaba a puerta
de calle: cosas inauditas, imprevistas, libros, estampas, romances. La suciedad
la quitábamos con goma de borrar, frotábamos los Lopes de Vega, los Calderones,
los Cervantes; por supuesto, no había Lorcas, ni Machados, ni Hernández, por la
sencilla razón de que estaban prohibidos por la censura franquista.
HISTORIA: LAS BIOGRAFÍAS
Conocí a Antonina allá por 2005 cuando estaba realizando la
biografía de Teresa Claramunt. Desde mi perspectiva,
las biografías tienen interés cuando no están centradas únicamente en el
personaje, sino que partiendo del sujeto individual y del relato de su vida, lo
incluye y lo integra en los análisis políticos y sociales de la época.
¿Cuándo empezó su afición por la Historia? La primera
biografía que publicó fue la de Mariana Pineda aparecida en 1965, luego vinieron
otras muchas.
En tercero de bachillerato estalló mí aventura con la historia, en las clases de don Antonio Domínguez Ortiz, catedrático de Geografía e Historia, en el Instituto Ángel Ganivet. Un profesor motivador y próximo. Para mí, una niña, fue un encuentro revelador, una verdadera epifanía creativa. Su sencillez, su entrega al trabajo, la voluntad de ser accesible, su cercanía, su interés por mis inquietudes y mis primeros escritos, iniciaron una relación ininterrumpida, que llegó hasta el fin de sus días.
Mi primer libro estuvo dedicado al
teatro infantil. Quise hacer un
estudio sobre la mujer en la historia de Granada y descubría monjas escritoras. Creo que la mujer, íntimamente, siempre ha escrito
como una forma de defensa,
de reacción, de salvación, de autoestima y crecimiento
personal. Entre estas mujeres, refulgía un personaje lleno de luz: Mariana de Pineda, única
mujer que tenía una estatua en
Granada.
De
chica la había conocido como personaje de una canción popular:
¡Oh,
qué día tan triste en Granada que a las
piedras hacía llorar
al ver
que Marianita se muere en cadalso por no
declarar!
La historia de Mariana es la de una mujer que lucha en la sombra, frente al poder, por un ideal, hasta dar la vida. El suyo fue el compromiso de una mujer revolucionaria contra la tiranía absolutista de Fernando VII, ejecutada al rechazar el indulto que le ofrecían a cambio de la delación de sus compañeros de causa. Durante los años que duró mi investigación, me quedé prendida y prendada de su ética y de su valentía. Hoy nos sigue guiando, desde el pedestal de su estatua, como icono de libertad y defensa de los derechos civiles.
Mariana es una figura con la que crecí. Representa un papel activo en mi toma de conciencia. Desde entonces me dediqué a los estudios biográficos, en especial sobre la mujer.
Me encuentro inmovilizado, cosas de la edad y de la artrosis, como cuando no pude ir a que me la presentaras esta primavera cuando vinisteis a Granada; me alegra saber que ha sido una granadina y la historia de otra la que te llevo a amar lo que haces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuanto lo siento, espero que te recuperes pronto (de la edad no podemos recuperarnos). Desde luego tengo una sintonía especial con Granada y Antonina es una gran historiadora a la que admiro y una gran amiga.
EliminarUn abrazo,