Las preguntas tratan de dilucidar si la vieja utopía libertaria está vigente en la actualidad y se trasluce, de alguna manera, en los nuevos movimientos sociales del siglo XXI.
Os reproduzco mis respuestas porque los colores y el formato hacen ilegible su lectura reproduciéndolo en el formato de la revista.
¿Cree que, en
general, el ideario anarquista clásico está vigente en la actualidad?
El ideario anarquista clásico, al igual que el de la
izquierda clásica, me parece que no está vigente en la actualidad.
En Europa desde los años sesenta, el anarquismo, y toda la izquierda en general, entró en un proceso de
crisis que es ahora, en el siglo XXI, cuando muestra su dramática dimensión. En
España, el franquismo
distorsionó esta cronología por la dura represión de la postguerra que asestó un duro correctivo al anarquismo y el
sindicalismo que lo condujeron al borde de la extinción. La crisis se produjo
por la fractura de la tradicional asociación de la izquierda con el
proletariado urbano que también disminuyó y se fragmentó. Cuando la vieja izquierda ya no pudo depender de
las comunidades de la clase trabajadora porque cada vez representaba un porcentaje
menor de la población, la llamada nueva
izquierda se unió a los jóvenes de los años sesenta y no fue el interés de
todos, sino las necesidades y los derechos de cada uno, lo que constituyó su
base. El individualismo sustituyó a la comunidad y las reivindicaciones
subjetivas de la suma de identidades sustituyeron a los propósitos sociales comunes.
Los movimientos políticos desaparecieron sustituidos por el individualismo
fragmentado de las preocupaciones particulares, incapaces de convertirlos en objetivos
colectivos.
¿De qué
estado de salud goza el anarquismo en la actualidad en España?
Siempre ha sido muy difícil contar el número de
personas adscritas al anarquismo por su tendencia a organizarse en pequeños
grupos con actividades diversas y dispersas que no resulta fácil contabilizar.
Pero
lo que está claro es que el anarquismo organizado ha desaparecido como fuerza
social en la España de principios del siglo XXI. Desconozco la afiliación de la
CNT, pero, al mantener su autonomía respecto al Estado y no participar en las
elecciones sindicales, ha quedado reducida a una organización marginal desde el
punto de vista sindical, mientras que la CGT que participa en las elecciones
sindicales y los comités de empresa, cuenta con unos 5.000 delegados y alrededor
de 60.000 afiliados.
¿Está
presente el anarquismo en la esencia de muchos
de los movimientos sociales producidos a raíz de la crisis?
Considero que los “ideales” anarquistas aparecen en
propuestas asumidas por diversos movimientos sociales. Existe, lo que yo
denomino, el “rastro de los ideales” ácratas y
se puede percibir en ideas o tendencias sociales que se han mantenido
hasta el siglo XXI, entre ellas
encontramos la libertad individual para regir
el ámbito privado, centenares de miles de parejas viviendo su amor libremente,
madres solteras que deciden encarar su maternidad en solitario, viviendo la
sexualidad con libertad y sin tabúes. La mayor confianza en los cambios
individuales o de pequeños grupos, experiencias de cooperación al margen de las
instituciones, como el intercambio de trabajo y productos sustituyendo al
dinero, la descentralización de las decisiones, la crítica de las desigualdades
y de instituciones represoras y arbitrarias. La importancia de la educación y
la sanidad públicas asumida en las luchas que en la actualidad mueven a las
“mareas”, por no hablar de su base asamblearia y de acuerdos basados en el
pacto y no en la imposición de las mayorías. Los movimientos antiglobalización contienen
muchos principios anarquistas, como la
reivindicación de la autogestión y la lucha contra las organizaciones políticas
y financieras supranacionales que pretenden suplantar los poderes del Estado eliminando
cualquier capacidad de la libertad individual, provocando más explotación,
control e insolidaridad. Por último, el distanciamiento actual de la acción
política y de sus representantes electos no deja de mostrar una desconfianza
hacia este ámbito tan denostado por los libertarios y, por tanto, sería otro
“rastro” del anarquismo en dichos movimientos.
¿Cree que el pensamiento anarquista ganará protagonismo en el futuro?
El anarquismo histórico no renacerá seguramente en el siglo
XXI, pero sus “rastros” de libertad, antiautoritarismo, librepensamiento,
rebelión interior, libertad individual, democracia directa y revuelta ética,
han mostrado, por ejemplo en el Movimiento 15 M, su fuerza en los debates que
ocuparon el espacio que siempre ha defendido el anarquismo como propio: la
calle, las plazas, auténticas ágoras de la política viva.